Turquía, 9 de abril.- El Real Madrid perdió ante el Galtasaray 3 a 2 pero logró pasar a las semifinales de la Champions League. El conjunto de Mourinho había ganado el partido de ida en el Santiago Bernabéu por 3 a 0. En la noche de Turquía no pudo superar a su rival, pero hizo que pesara el resultado global obtenido en los dos encuentros por los cuartos de final. Además, el Borussia Dortumd le ganó 3 a 2 al Málaga y se metió en las semifinales, tras un partidazo en Alemania.

El equipo "merengue" es un justo semifinalista. En el primer partido fue muy superior y obtuvo un triunfo aplastante que le dio tranquilidad para jugar el encuentro de vuelta en Turquía. Fue en ese país donde empezó ganando con un gol de Cristiano Ronaldo a los 7 minutos del primer tiempo. Con la clasificación casi asegurada, el Real se confió y dejó de atacar cometiendo varias imprecisiones.

El Real se durmió y dejó que el Galatasaray empezará a llegar con más insistencia al arco español. Así fue que Eboue marcó a los 11′ del segundo tiempo, Sneijder a los 24′ y Drogba a los 24′. En quince minutos el resultado se dio vuelta y la historia cambió. El conjunto turco se entusiasmó con la remontada e intentó convertir los dos goles que le faltaban para forzar una serie de penales.

La emoción se mantuvo hasta último momento pero los minutos se agotaron junto a las posibilidades del Galatasaray. A los 46′ apareció nuevamente Cristiano Ronaldo y sepultó las esperanzas de los turcos. Tres a 2 en el marcador final y un semifinalista español fueron los resultados de un partido en el que predominó el buen juego.

Gonzalo Higuaín, que portó la cinta de capitán, y Ángel Di María fueron titulares para el "Merengue", que selló su avance a las semifinales con un global a su favor de 5-3 y ahora deberá esperar al sorteo del viernes para conocer a su futuro rival en el camino hacia la décima copa de su historia. Será la tercera vez consecutiva en esta instancia, siendo en las anteriores eliminado por Barcelona y Bayern Münich.

Más allá de la eliminación, Galatasaray se retiró entre aplausos y con la frente bien alta por una producción interesante y plagada de sacrificio, aunque lo hecho en el Santiago Bernabéu seis días atrás había hipotecado sus chances de continuar con vida.