Yamandú Orsi se convirtió en la gran esperanza de la izquierda uruguaya. El heredero de José “Pepe” Mujica, de 57 años, se esforzó en el último tramo de la campaña en mostrarse moderado y el Frente Amplio, esa heterogénea coalición progresista, volvió al gobierno tras el balotaje de este domingo en Uruguay después de cinco años sin estar en el poder.
Orsi es, ante todo, un hombre de campo, campechano y sencillo. Nació en el área rural de Canelones, en el sur del país. Su padre trabajaba en el campo y su madre era costurera. Más tarde, pusieron un almacén. “No sobraba nada, pero tampoco faltaba nada”, afirmó en una de sus últimas entrevistas.
Su currículum dice que es hincha de Peñarol, que su hermana le enseñó a leer y escribir, y que en su juventud fue bailarín de folclore. Además, afirma que de chico jugaba muy bien al fútbol, descalzo, en los potreros de su barrio. Está casado con Laura Alonso Pérez, con quien tuvo dos hijos mellizos.
Es profesor de Historia, recibido en el Instituto de Profesores Artigas (IPA) de Montevideo. De muy joven abrazó la docencia y enseñó en distintas escuelas secundarias en los departamentos de Canelones, Florida y Maldonado hasta 2004. Además, trabajó como comerciante durante más de dos décadas en el almacén familiar.
Su carrera política comenzó en su ciudad natal, Canelones. Empezó a militar atraído por la música popular de los años 70 y 80. Entonces escuchaba a Los Olimareños, Alfredo Zitarrosa y Daniel Viglietti, entre otros, aunque en su casa “no se hablaba de política”.
Tras el fin de la dictadura, Orsi se decantó finalmente por el Movimiento de Participación Popular (MPP), integrante del Frente Amplio y cuyo líder es Pepe Mujica. En 2005, ocupó la secretaría general del municipio y luego asumió como intendente (una especie de gobernador) durante dos períodos consecutivos (2015-2020 y 2020-2024).
“Es un socialdemócrata, de centroizquierda, y tiene el respaldo de Mujica”, definió a TN el analista uruguayo Daniel Chasquetti. Dentro de la coalición se lo considera un pragmático. Pero él prefiere definirse como “izquierdista, con un fuerte sentimiento nacionalista”.
En marzo pasado renunció a la Intendencia de Canelones y lanzó su precandidatura presidencial. Ese mismo mes, quedó envuelto en un escándalo cuando una mujer trans lo acusó de un presunto abuso sexual. La denunciante finalmente confesó que todo era una farsa.
Su rostro no es tan conocido. “Es un hombre que tiene la experiencia como intendente de Canelones, pero nunca manejó poder a nivel nacional. Tiene su fortaleza en el diálogo mano a mano con la gente. En general se ha mostrado moderado. Es un hombre campechano, del interior no profundo”, dijo Lessa.
Orsi prefiere definirse como “un uruguayo optimista, progresista, de izquierda, que le gustan mucho los contactos, los afectos y poder transformar para bien una realidad que para muchos es muy dura”.