Kamala Harris aceptó este jueves la nominación presidencial del Partido Demócrata durante la convención nacional celebrada en el United Center de Chicago. Al aceptar la nominación presidencial de su partido, Harris se distanció de las políticas de su rival republicano, Donald Trump, y prometió un enfoque basado en la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.
“No seré amigable con tiranos y dictadores como Kim Jong-un, quienes están deseando que gane Trump”, expresó. En cuanto a la política exterior, la ahora candidata demócrata reafirmó su apoyo a Ucrania y su aspiración de fortalecer las alianzas internacionales. “Como presidenta, voy a mantenerme firme con Ucrania y con nuestros aliados de la OTAN”, declaró, al tiempo que subrayó su intención de contrarrestar cualquier amenaza a la estabilidad en Europa.
El conflicto en Gaza fue otro de los temas destacados en su discurso. Harris expresó su apoyo inquebrantable al derecho de Israel a defenderse y reconoció la situación humanitaria que la guerra ha causado en la región.
“Siempre apoyaré el derecho de Israel a su defensa”, dijo ante los asistentes. “Al mismo tiempo, lo que ha pasado en Gaza en estos diez meses es devastador. Muchas vidas perdidas (…). La escala de sufrimiento rompe el corazón”.
Harris dedicó una parte de su discurso a la reforma migratoria y aseguró que Estados Unidos puede regularizar a los más de once millones de migrantes indocumentados que viven en el país, mientras protege la frontera con México.
“Creo que podemos hacerle justicia a nuestra herencia como nación de migrantes y reformar nuestro sistema de migración roto”, dijo Harris ante una multitud que la ovacionó en su discurso de aceptación.
“Esta es mi promesa a ustedes: como presidenta traeré de vuelta la ley bipartidista para la seguridad fronteriza”, afirmó.
Este acuerdo, que no incluía una vía para la legalización de los migrantes que ya están en Estados Unidos ni para quienes buscan emigrar hacia el país, había contado en su momento con el apoyo del sindicato de la Patrulla Fronteriza. Sin embargo, el pacto no alcanzó el respaldo suficiente para pasar a votación.
Harris, hija de un padre jamaiquino y una madre india, hizo historia como la primera mujer y persona de ascendencia afroamericana y sudasiática en ocupar la vicepresidencia del país, y ahora busca romper otro techo al convertirse en la primera presidenta de los Estados Unidos.
Durante su discurso, Harris abordó sus raíces y la trayectoria que la llevó a convertirse en abogada, fiscal y, finalmente, en la segunda persona más poderosa del país, una historia que usó para conectar con la clase media y los sectores más desfavorecidos. “La clase media es de donde vengo, y será un objetivo fundamental de mi presidencia”, enfatizó, subrayando la importancia de reconstruir este sector como pilar de su mandato.
Las críticas hacia su oponente republicano, Donald Trump, no faltaron en su discurso. Harris lo acusó de querer “hacer retroceder” a Estados Unidos y de no ser un líder serio, a pesar de las graves consecuencias que tendría su regreso al poder. “Donald Trump, de muchas maneras, no es un hombre serio”, dijo Harris, antes de añadir: “Las consecuencias (…) de poner a Donald Trump de vuelta en la Casa Blanca son extremamente serias”.
Según Harris, Trump usaría los “enormes poderes de la presidencia” para beneficiarse “a sí mismo”, recordando cómo intentó “descartar el voto” de los estadounidenses tras perder las elecciones de 2020 y cómo esparció teorías conspiratorias sobre fraude electoral, lo que culminó en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Destacó las múltiples causas judiciales que enfrenta Trump y criticó sus propuestas de dar ventajas fiscales a los ricos. “Sabemos cómo sería un segundo mandato de Trump”, advirtió Harris antes de proclamar: “¡No vamos a dar marcha atrás! ¡No vamos a dar marcha atrás!”. Estas palabras resonaron con fuerza entre los miles de asistentes, quienes comenzaron a corear la frase, que se ha convertido en un lema central de su campaña presidencial. Kamala Harris concluyó su discurso haciendo un llamado a la unidad y al progreso, prometiendo ser una presidenta que guíe al país hacia un futuro más inclusivo y próspero.
Horas antes de su discurso de aceptación a la nominación demócrata, el presidente Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, conversaron por teléfono con Kamala Harris para expresarle su apoyo.
“Jill y yo acabamos de hablar con Kamala Harris. Estamos deseando verla aceptar esta nominación histórica. Kamala y Tim (Walz) inspirarán a una generación y nos guiarán hacia el futuro”, escribió Biden en un mensaje en la red social X, acompañado de una foto en la que se les ve a él y a su esposa sosteniendo un móvil, mientras observan la retransmisión de la convención en un televisor.