El Ejército de Israel bombardeó este sábado instalaciones de los hutíes de Yemen, en el puerto de la ciudad de Hodeida, en la costa del Mar Rojo, al día siguiente de que un dron lanzado por los rebeldes explotara sobre Tel Aviv y matara a un civil israelí. El gobierno sostuvo que el objetivo fueron instalaciones claves para la relación entre los rebeldes y el régimen de Irán. Los hutíes, en tanto, aseguraron que responderán “a esta flagrante agresión”.
El ataque aéreo se produjo “en respuesta a los cientos de ataques llevados a cabo contra el Estado de Israel en los últimos meses”, aseguraron las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, siguió los ataques en directo con el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, sentado al lado, tal y como muestran las imágenes difundidas por la oficina del mandatario una hora y media después de los ataques.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, también siguió la operación con Netanyahu y Halevi desde el Centro de Comando de la Fuerza Aérea, un ataque llevado a cabo “por aviones israelíes en el puerto de Hodeida, a 2.000 kilómetros del Estado de Israel”, indicó su cartera en un comunicado.
“El fuego que arde actualmente en Yemen se ve en todo Oriente Medio. La primera vez que los hutíes dañaron a un ciudadano israelí los golpeamos. Lo haremos en cualquier lugar que sea necesario”, afirmó Gallant, que aprobó esta mañana la operación en Hodeida tras una reunión con la cúpula militar a primera hora del sábado.
El objetivo fue atacar una instalación clave para la importación de armas desde Irán.
Netanyahu llamó este sábado a la comunidad internacional a “apoyar la lucha de Israel contra Irán y sus metástasis” en Yemen, Gaza y Líbano.