El presidente argentino y el mandatario brasileño mantienen discrepancias personales e ideológicas, y fue la primera vez que se encontraron cara a cara. El encuentro duró unos pocos segundos y contrastó con la amabilidad y distensión que Lula brindo a otros jefes de Estado, como la mexicana Claudia Sheinbaum, el francés Emmanuel Macron y el español Pedro Sánchez, entre otros

En apenas 15 segundos, Lula da Silva exhibió su distancia personal e ideológica con Javier Milei: le dio un saludo formal, se sacó la foto oficial y le indicó hacia adonde debía caminar para participar del primer debate de la cumbre del G20, que sesiona desde hoy en el Museo de Arte Nacional de Río de Janeiro.

El presidente argentino mantuvo idéntica postura que su par brasileño y siguió las reglas protocolares al pie de la letra.

Milei arribó a la cita con Lula a las 10.45, acompañado por Karina Milei, secretaria General de la Presidencia. Los dos se bajaron del auto oficial con gesto adusto, y departieron un par de minutos con un encargado de protocolo que los escoltó hasta una rampa alfombrada de rojo. En la cima de la rampa esperaban Lula y su esposa, Rosangela da Silva. Los dos tiesos, tratando de pasar el momento.