Ante una sospecha de fraude creciente y la sorpresa generalizada, el Consejo Electoral de Venezuela (CNE) anunció como ganador de las elecciones presidenciales a Nicolás Maduro con el 51.2% en tanto que atribuyó al candidato Edmundo González Urrutia el 44.2% de los votos. El anuncio generó estupor, ante lo que se preveía como una cómoda victoria del postulante de la coalición opositora, con al menos 30 puntos porcentuales de diferencia por sobre el chavista.
El presidente del organismo contralor de los sufragios, Elvis Amoroso, señaló que los resultados eran presentados con el 80% de los votos, y que tenían ya una tendencia “irreversible”. El primer balance reportó una participación del 59% de la ciudadanía en el acto eleccionario.
De inmediato, voces internacionales comenzaron a denunciar otro accionar del régimen para perpetuarse en el poder, pese a las advertencias de que un posible fraude era más que posible por la imposibilidad de que la dictadura de Miraflores abandone el control del país.
En el reporte, que se dio seis horas después del cierre de las mesas, Amoroso precisó que Maduro obtuvo 5.140.092 de votos, mientras el opositor González Urrutia 4,45 millones de sufragios. Previo al anuncio, la oposición del país había llamado al régimen a no anticiparse a dar a conocer resultados que irrespetaran la voluntad del pueblo expresada este domingo en las urnas de votación.
El presidente del CNE aseguró que “en las próximas horas” el organismo publicará en su página web el detalle de los resultados, mesa por mesa, y entregará a los 38 partidos políticos que compitieron un informe digital sobre el desenlace de la contienda.
Para dar el anuncio, el rector principal explicó que el organismo tuvo que “solventar una agresión en contra del sistema de transmisión de datos que retardó, de manera adversa, la transmisión de los resultados” de las elecciones, en las que Maduro fue reelegido para un tercer mandato consecutivo.
Sin embargo, pocas horas antes, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) -la principal coalición opositora, que participó en los comicios con Edmundo González Urrutia como candidato-, había denunciado que el CNE paralizó la transmisión de resultados en una “cantidad importante” de los 15.767 centros de votación, sin precisar el dato.
Por tanto, el bloque opositor pidió a las autoridades no dar “un paso en falso” y que, por “una precipitación autoritaria”, no “traten de destruir la construcción cívica que ha significado que todos” los que quieren “un cambio en este país” se pongan “de acuerdo en la ruta electoral”.
Tras el anuncio, varios países emitieron comunicados cuestionando los resultados.