Un nuevo episodio policial con un argentino tiene en vilo a Brasil. Un joven de 32 años oriundo de Munro es buscado intensamente tras desaparecer en la selva de Sao Bonifacio, en el estado brasileño de Santa Catarina. Desde el jueves, cuando la Policía local encontró su camioneta y sus pertenencias cerca de un río, no se tienen noticias de su paradero.
Se trata de Federico Bruni, quien mide 1,80 metros, tiene barba y varios tatuajes —entre ellos un caballo con alas en una pierna y el mapa de la República Argentina en un brazo—, se encontraba en el vecino país desde fines de diciembre.
Según trascendió, era habitual que explorara zonas selváticas y pueblos apartados, lo que hizo que en un principio su ausencia no generara alarma. Sin embargo, la aparición de sus objetos personales y su perra, sola, encendieron las alertas.
La desesperada búsqueda del argentino que desapareció en la selva de Brasil
El lunes pasado, Federico se comunicó con su familia para avisar que pasaría unos días en un camping en una zona con señal limitada. Esto hizo que durante algunos días no tuvieran noticias suyas, algo que en principio no les pareció extraño.
No obstante, el jueves, la Policía de la zona se puso en contacto con ellos luego de hallar su camioneta abandonada cerca de un río, junto con varias de sus pertenencias, incluyendo sus ojotas y su perra, que nunca se separaba de él.
El hallazgo del animal resultó especialmente inquietante para la familia. La cercanía de la camioneta con la selva hace que las hipótesis sobre su paradero sean diversas.
Se baraja la posibilidad de que Federico haya ingresado al agua y haya sido arrastrado por la corriente, o bien que haya continuado su camino dentro de la densa vegetación.
Un operativo con dificultades
Las autoridades locales informaron que no ingresan a la selva debido a su dificultad y densidad. En un intento por localizarlo, desplegaron un dron en la zona, pero las condiciones climáticas adversas obligaron a suspender la búsqueda.
Ante la falta de respuestas concretas, este viernes los padres de Federico viajarán a Brasil con la esperanza de obtener información sobre su paradero.