Las agencias de inteligencia de Estados Unidos obtuvieron información sobre un complot iraní para asesinar a Donald Trump antes del atentado del sábado, dijeron fuentes de inteligencia y funcionarios estadounidenses que pidieron el anonimato.

Sin embargo, las fuentes afirmaron que no existe ningún vínculo entre ese supuesto plan iraní y el intento de asesinato de Trump, ocurrido el sábado en un mitin en Butler (Pensilvania), cuando un joven de 20 años disparó contra el expresidente y lo hirió en una oreja. En el ataque murió un hombre que se hallaba entre el público.

A pesar de que no hay ninguna relación aparente, en el momento del atentado del sábado el Servicio Secreto había reforzado la seguridad del exmandatario debido precisamente a esas amenazas de Irán, detallaron las fuentes.

Qué hizo el gobierno de Joe Biden
Al enterarse de la amenaza, el gobierno de Joe Biden se puso en contacto con el Servicio Secreto para advertir sobre el supuesto complot.

La información se compartió con el agente de seguridad principal a cargo de la protección de Trump y su campaña electoral.

Eso llevó a la agencia a aumentar los recursos y activos para proteger a Trump, pero las medidas adicionales no impidieron el ataque.

“Como hemos dicho muchas veces, hemos estado rastreando las amenazas iraníes contra exfuncionarios de la administración Trump durante años, que se remontan a la administración pasada”, dijo la vocera del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson.

“Estas amenazas surgen del deseo de Irán de buscar venganza por el asesinato de Qassem Soleimani. Consideramos que este es un asunto de seguridad nacional e interior de la más alta prioridad”, indicó.

Trump ordenó el asesinato de Soleimani, quien dirigió la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica iraní, en 2020.

“En este momento, las fuerzas del orden han informado que su investigación no ha identificado vínculos entre el francotirador y ningún cómplice o coconspirador, extranjero o nacional”, añadió Watson.