Buenos Aires, 25 de julio. – Zelaya arribó por segunda vez en dos días al punto fronterizo y comenzó a avanzar a pie hacia la línea divisoria, rodeado por decenas de periodistas y algunos simpatizantes hondureños que lo saludaban y vitoreaban.

"El pueblo hondureño no está dispuesto a aceptar dictaduras de ninguna índole", dijo el desplazado mandatario al hablar a sus seguidores y a los reporteros con un megáfono desde las oficinas de migración de Nicaragua, a pocos metros del territorio de Honduras, consignó la agencia DPA.

A diferencia del fracasado intento de ingreso, realizado ayer, esta vez Zelaya apareció protegido por policías nicaragüenses uniformados, además de sus habituales guardaespaldas de civil.

El derrocado gobernante dijo que seguirá esperando reunirse en la frontera con su esposa, Xiomara Castro, y su madre, Hortensia Rosales, quienes según informó no han podido llegar debido a los retenes colocados por el Ejército hondureño.

Anunció que "vamos a quedarnos aquí varias noches", aunque no aclaró si él pernoctará en la fronteriza Las Manos o si sólo lo harían sus simpatizantes. Según se ha informado, Zelaya es esperado en Estados Unidos el martes próximo, para reunirse con la secretaria de Estado Hillary Clinton.