Dos estudios realizados en Estados Unidos arrojaron que el 12 por ciento de los casos de asma infantil pueden deberse al uso de cocinas de gas en los hogares, porque ‘es como tener un fumador en casa’, afirmó un informe científico difundido esta semana que critica la calidad del aire en la vivienda y desencadenó un arduo debate debido a que en muchos países se fomenta el empleo del mismo como alternativa al carbón y a la leña, de nocividad comprobada.

En Estados Unidos, el 35 por ciento de las cocinas son a gas, frente al 30 por ciento en la Unión Europea, consignó la agencia de noticias AFP. La primera investigación, publicada en diciembre de 2022 por el International Journal of Environmental Research and Public Health, estimó que un 12,7 por ciento de los casos de asma infantil en Estados Unidos se explican por las emisiones de las cocinas de gas. ‘Usar una cocina de gas es como tener en casa a un fumador’, afirmó el principal autor, Talor Gruenwald.

Realizada por el Rocky Mountain Institute (RMI), la investigación combinó los datos de 41 estudios y del censo de Estados Unidos y se correspondió con otra investigación australiana de 2018, la cual atribuyó un 12,3 por ciento de asma infantil al uso de cocinas de gas.

Según indicaron las asociaciones Clasp, Respire y la Alianza Europea de Salud Pública, en Europa se constataron resultados similares. La Organización de los Países Bajos para la Investigación Científica Aplicada (TNO) combinó pruebas de laboratorio con simulaciones informáticas y llegó a la misma conclusión: 12 por ciento de los casos de asma infantil se explica por el uso casero del gas.

Ese informe, solicitado por las ONG y sin publicar en ninguna revista científica con comité de lectura, evaluó que con las cocinas de gas, el dióxido de nitrógeno (NO2) supera cinco días a la semana los topes fijados por las directivas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre calidad del aire. De acuerdo con la OMS, las concentraciones elevadas de NO2 en las viviendas pueden provocar varios tipos de enfermedades respiratorias, entre ellas asma.

En tanto, el grupo de presión del sector gasífero, AGA, afirmó que tales estudios son ‘un mero ejercicio matemático de promoción de una causa, sin nada nuevo desde un punto de vista científico’.