Lo notable es cómo un hombre se aprovecha de la situación en que está otro que intenta arreglar su moto, le roba la billetera con mucha facilidad, pero inmediatamente se da cuenta que está justo bajo una cámara de seguridad.
Conciente de que fue pescado ‘in fraganti’, y aunque su víctima ni siquiera había notado el hurto, arroja la billetera al piso y le avisa al motociclista quien cree que se le ha caído.
El ladrón frustrado vuelve a mirar la cámara y hasta pide perdón por lo que hizo.
