Túneles desinfectantes fueron instalados en el Kremlin y la residencia moscovita del presidente ruso, Vladimir Putin, para protegerlo de un eventual contagio de coronavirus, informó hoy el servicio de prensa del gobierno.
"Fueron instalados en el momento más álgido de la pandemia", dijo el portavoz del gobierno, Dmitri Peskov, quien explicó que aunque Putin ya abandonó el teletrabajo y acude al Kremlin, su principal lugar de labores sigue siendo la residencia campestre a las afueras de Moscú, donde recibe muchas visitas.
"En lo que se refiere al jefe del Estado, las medidas de precaución adicionales son comprensibles y están justificadas", agregó.
Los que ingresan en esos túneles, se sumergen en una nube de aerosol desinfectante que actúa sobre la ropa y las partes del cuerpo al descubierto.
El sistema también incorpora un software especial creado por informáticos locales que permite el reconocimiento facial y la medición de temperatura.
Toda persona que quiera reunirse con el jefe del Kremlin debe pasar por dicho túnel, dijo Peskov, citado por la agencia de noticias EFE.
Putin, de 67 años, realizó teletrabajo desde el 1 de abril después de contactar días antes en un hospital con un médico que dio positivo por el coronavirus.
El pasado 12 de mayo redujo las reuniones telemáticas y comenzó a reunirse con sus colaboradores, pero no con Peskov, quien contrajo también la Covid-19, al igual que el primer ministro, Mijaíl Mishustin.
En su primer acto público desde marzo, con ocasión del Día nacional el pasado 12 de junio, Putin compareció sin mascarilla, lo que desató no pocas críticas.
Mientras las autoridades han llamado a los moscovitas a no acudir a la parada militar de la victoria del 24 de junio para evitar aglomeraciones por motivos de salud, Putin convocó un plebiscito constitucional para el 1 de julio, lo que desató el rechazo opositor al considerar que el Kremlin pone en riesgo la salud de los rusos.
Rusia es el tercer país del mundo en número de contagios con 545.458, mientras el número de muertos ascendió hoy a y 7.284, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).