Alegría. Entre la espera y la emoción, los jachalleros coparon la plaza para extender sus banderas.

 

La Plaza de Armas, frente a la Catedral chilena, se volvió ayer el punto de encuentro de personas que llegaron al vecino país para ver al Papa. Sentados hasta en las veredas, los fieles y turistas coparon cada rincón de la plaza. En medio del bullicio propio de Santiago un grupo de 45 personas se hizo escuchar. “Es la juventud del Papa” cantaron con alegría, mientras que algunos comenzaron a revolear banderas de Argentina. Todos los miraron y hubo gente que hasta los aplaudió. Ese grupo de argentinos era ni más ni menos que de Jáchal, de la parroquia San José.

Acompañados por el padre Orlando y Néstor, el contingente de Jáchal se volvió el alma de la tranquila fiesta que se vivió ayer en la previa de la llegada de Francisco.

“Estamos haciendo lío, como dice el Papa” dijo uno de los chicos que, al igual que el resto de la delegación, vistió un pañuelo anaranjado en el cuello. Uno de los sacerdotes explicó que eligieron ese color llamativo para no perderse y porque es el color que siempre usan los chicos de Jáchal en las jornadas de la juventud en la provincia.

Con el mate y la bandera argentina en alto, los jachalleros se hicieron notar. Dijeron que ellos salieron con mucho entusiasmo desde el Norte sanjuaninos y que en Chile tendrán la misma alegría. Y ayer la dejaron expuesta con muchas canciones religiosas en la plaza.

El grupo también tuvo un toque particular. Viajaron dos familias completas que por primera vez viajaban a Chile.