Un par de zapatos del papa Francisco encabezaron ayer en París, Francia, la marcha ‘simbólica‘ de apoyo popular a la lucha contra el cambio climático que convocó una ONG, en reemplazo de la manifestación que debió suspenderse por los atentados terroristas en la capital francesa.

El Papa donó un par de zapatos que llevan su nombre y la leyenda ‘Laudato si‘, el título de la encíclica en la que el pontífice exhorta al cuidado del medio ambiente.

La asociación Avaaz concibió esta colecta popular de zapatos como alternativa a la multitudinaria manifestación que inicialmente estaba programada al inicio de la Cumbre sobre el Cambio Climático COP21, y que fue anulada como todas las concentraciones en la vía pública en aplicación del estado de emergencia decretado tras los atentados de París del pasado día 13.

Unos 10 mil zapatos donados fueron dispuestos a lo largo de los 3 km que separan las plazas de la República y de la Nación, en París, donde se inició este movimiento simbólico mundial a favor del clima.

El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, aseguró ayer que ‘hay muchas presiones para hacer oídos sordos al clamor de la tierra y de los pobres. Intereses económicos, conveniencias políticas. Los poderosos que quieren que cambien los débiles sin ellos mover un dedo. En fin, un escenario difícil‘.

En una reflexión en vísperas de la Cumbre Mundial del Clima que abre hoy en París, el prelado destacó, sin embargo, que ‘va creciendo la conciencia de que las cosas no pueden seguir así‘.

Representantes de 195 países participarán a partir de hoy en París, y por el lapso de dos semanas, de la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático, encuentro en el que Argentina ratificará su predisposición a reducir en un 30 por ciento en 15 años la emisión de gases causantes del efecto invernadero (GEI) ‘pero sin renunciar al crecimiento económico con inclusión‘.

El objetivo de la Cumbre es acordar un pacto que gestione el proceso mundial de descarbonización para que la temperatura del planeta no supere los peligrosos 2 grados a finales del siglo XXI que traerán consecuencias devastadoras para las economías y los pueblos.