Al menos 10 cohetes cayeron a primera hora del miércoles en una base que alberga a soldados estadounidenses en el oeste de Irak, informaron fuentes de seguridad iraquíes y occidentales, dos días antes de una histórica visita del papa Francisco al país.

“Las fuerzas de seguridad iraquíes están llevando a cabo la investigación”, dijo en Twitter el coronel Wayne Marotto, portavoz estadounidense de la coalición internacional antiyihadista. Washington señala regularmente a las facciones armadas proiraníes como responsables de este tipo de ataques, que aumentaron en las últimas semanas.

La base de Ain al-Assad alberga a las fuerzas iraquíes, así como a las tropas de la coalición liderada por Estados Unidos que ayuda a Irak a luchar contra los restos del grupo Estado Islámico.

El portavoz de la Coalición, el coronel Wayne Marotto, confirmó que 10 cohetes impactaron en la base a las 7:20 am (0420 GMT), pero no proporcionó detalles sobre las víctimas.

Por su parte, las fuerzas de seguridad iraquíes dijeron que 10 “cohetes tipo Grad” alcanzaron la base en expansión de Ain al-Assad el miércoles por la mañana, pero dijeron que “no hubo víctimas notables”.

Fuentes de seguridad occidentales dijeron a AFP que los cohetes eran modelos Arash de fabricación iraní, que son cohetes de artillería de 122 mm y más pesados que los vistos en otros ataques contra objetivos occidentales en Irak.

Decenas de ataques con cohetes y bombas al costado de las carreteras tuvieron como objetivo sitios militares, diplomáticos y de seguridad occidentales en Irak en 2020, y fuentes militares iraquíes y occidentales culparon a las facciones pro-iraníes de línea dura.

Se detuvieron casi por completo en octubre después de una tregua con la línea dura, pero se han reanudado a un ritmo acelerado durante las últimas tres semanas.

A mediados de febrero, los cohetes atacaron a las tropas de la coalición liderada por Estados Unidos en la capital regional kurda Arbil, una empresa contratista militar estadounidense que trabaja al norte de la capital y la embajada de Estados Unidos en Bagdad.

La Fuerza Aérea estadounidense atacó el pasado jueves instalaciones en el nordeste de Siria utilizadas por milicias respaldadas por el régimen Irán, dejando al menos 22 muertos, en represalia por los recientes ataques con cohetes contra ubicaciones de tropas estadounidenses en Irak, dijo el Pentágono.

“Bajo la dirección del presidente (Joe) Biden, las fuerzas militares estadounidenses realizaron a principios de esta noche ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por grupos de milicianos respaldados por Irán en el este de Siria”, dijo el portavoz John Kirby en un comunicado.

“Esta ofensiva fue autorizada en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la Coalición en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal”, agregó.

Se trata de la primera acción militar ordenada por el presidente Joe Biden, quien asumió el cargo el pasado 20 de enero en reemplazo de Donald Trump. Biden había manifestado sus intenciones de poner el foco de la Política Exterior estadounidense en China, aunque esta primera acción tuvo lugar en Medio Oriente.

(Con información de AFP)