Buenos Aires, 6 de junio.- Un joven de 17 años conocido como Zheng vendió uno de sus riñones para poder comprarse el tablet de Apple. La fuente fue un anuncio de venta de órganos en Internet a cambio de 2.250 euros.

Zheng se encontraba en una difícil encrucijada. Quería comprarse un iPad 2 pero no podía financiárselo. La solución la encontró en un anuncio en Internet que reclamaba donantes de órganos a cambio de una no muy alta cantidad de dinero pero suficiente para hacer frente a la compra del dispositivo. El joven no se lo pensó dos veces, ahora disfruta de su iPad 2 y de un ordenador portátil.

"Quería comprar un iPad 2, pero no tenía el dinero", dijo el joven chino a Shenzhen TV en la provincia meridional de Guangdong. "Cuando estaba navegando por Internet me encontré con un anuncio de un hospital diciendo que eran capaces de pagar 20.000 yuanes (2.000 euros) por la compra un riñón".

Después de negociaciones, Zheng viajó al norte de la ciudad de Chenzhou en la provincia de Hunan, donde se extirpó el riñón en un hospital local que le dio de alta a los tres días, pagándole un total de 22.000 yuanes (2.250 euros) por el órgano.

"Cuando volvió, había un ordenador portátil y un nuevo dispositivo de Apple", explica la madre de Zheng, "yo quería saber cómo había conseguido tanto dinero y finalmente confesó que había vendido uno de sus riñones".

El comercio online de órganos es una práctica común en China, a pesar de los repetidos intentos de los gobierno de China para acabar con la práctica. El año pasado la televisión japonesa informó de que un grupo de "turistas de trasplantes" había pagado 56.200 euros para recibir nuevos riñones en China.

Según las estadísticas oficiales, más de un millón de personas en China necesita un trasplante cada año, pero menos de 10.000 reciben órganos, lo que les conduce a un mercado negro de órganos casi imparable que enriquece a intermediarios, médicos y funcionarios corruptos del gobierno.

Además, el joven de 17 años, ha tenido complicaciones tras la operación que le han sido imposibles de ocultar. La madre del chico se desplazó hasta el hospital donde le habían practicado la intervención y denunció el caso a la policía pero las personas con las que Zheng había contactado para el "negocio" ya habían desaparecido.