Un pelotón de fusilamiento ayer a un condenado por doble homicidio en Utah, en la tercera ejecución por estos medios en EEUU desde 1976.
Ronnie Lee Gardner, de 49 años, fue declarado muerto a las 12.20 hora local (03:20 de Argentina) tras recibir disparos en el pecho de un pelotón de cinco hombres en la prisión del estado de Utah en Draper, un barrio de Salt Lake City, dijo a los periodistas Steve Gehrke, portavoz del Departamento Correccional de Utah.
Gardner fue condenado a muerte por el asesinato de un abogado durante un sangriento intento de fuga en 1985, y eligió el fusilamiento como método de ejecución antes de que éste fuera prohibido por el estado y sustituido por la inyección letal.
La última esperanza de ser indultado acabó cuando la Corte Suprema de Justicia le negó una apelación de último momento.
Antes de ser ejecutado, Gardner fue atado a una silla de metal negra, encapuchado y se le colocó un blanco sobre el pecho.
Cinco hombres le dispararon con rifles calibre 30, aunque una de las armas llevaba balas de fogueo para que los miembros del pelotón no supieran si disparaban o no una bala letal.
Gardner cenó un bistec, una cola de langosta, tarta de manzana, helado de vainilla y un refresco el jueves, y luego decidió no comer nada hasta su ejecución.
El jueves, el gobernador de Utah, Gary Herbert, que no tiene el poder de conmutar una condena a muerte o un perdón a un condenado, negó la petición de Gardner de que la ejecución fuera pospuesta.
"Basado en una cuidadosa revisión, no hay nada en los materiales provistos esta mañana que no haya sido considerado y decidido por la Junta de Perdones y Libertad Condicional o por numerosas cortes", dijo Herbert en un comunicado escrito difundido por su oficina.
"El señor Gardner ha tenido una oportunidad justa y plena para que su caso sea considerado por numerosos tribunales", dijo el gobernador.

