Por lo menos 27 muertos y 24 heridos dejó un tiroteo en una iglesia bautista en Texas, Estados Unidos, iniciado por una persona a la que la policía reportó como muerta pero no identificó, informó la prensa local y reprodujo la agencia EFE. El enfrentamiento sucedió en la First Baptist Church (Primera Iglesia Bautista), en Sutherland Springs, a 45 kilómetros al sudeste de San Antonio, en donde se reportó una fuerte presencia de efectivos policiales y del FBI tras los hechos. Aunque la policía local no había informado la cantidad de fallecidos, el comisionado del condado, Wilson Gamez Jr., señaló al canal MSNBC que había al menos 27 fallecidos y 24 heridos. La policía informó que el autor del tiroteo falleció, aunque no precisó la causa de su muerte. Un detective de la policía aseguró que ya no había una “amenaza activa” en el templo, en el que a la hora del tiroteo se celebraba una misa. Según un testigo, un hombre armado ingresó a la iglesia y abrió fuego contra los que se hallaban dentro. Un cajero de una estación de servicio ubicada frente al templo señaló a la televisora CNN que escuchó unos 20 disparos “en rápida sucesión mientras se realizaba un servicio religioso”. El gobernador de Texas, Greg Abbott, condenó los hechos en su cuenta de Twitter: “Nuestras oraciones están con todos los que fueron perjudicados por este acto malvado. Nuestro agradecimiento a las autoridades por su respuesta”, dijo.
El tiroteo se produce algo más de un mes después de que otro suceso de este tipo sacudiera Estados Unidos, al fallecer en Las Vegas (Nevada) más de 50 personas que acudían a un concierto. En las últimas décadas en Estados Unidos, los medios contaban una gran cantidad de episodios similares con más de diez víctimas mortales: el 1 de agosto de 1966, Charles Whitman, tirador de élite, mata a 16 personas desde la azotea de la Universidad de Austin (Texas). El día anterior había asesinado a su mujer y a su madre. El 18 de julio 1984, Oliver Humberty, veterano de Vietnam, mata a tiros a 22 personas en un restaurante en San Diego (California), antes de ser abatido por la policía. El 20 agosto 1986, Patrick Henry Sherrill, un cartero estadounidense amenazado de despido, acaba con la vida de 14 personas en una oficina postal de Edmond (Oklahoma). Y así hasta llegar al incidente ocurrido el 12 de junio de 2016, cuando el ciudadano estadounidense de origen afgano Omar Mateen mata a 49 personas en un club gay de Orlando (Florida) y el 1 de octubre de 2017 cuando mueren al menos 59 personas (incluido el autor de los hechos) y hubo medio millar de heridos en un tiroteo indiscriminado contra los asistentes a un concierto de música country en Las Vegas, el más grave en los últimos años en Estados Unidos.
El presidente estadounidense Donald Trump, que se encontraba en Japón como parte de una gira, dijo que estaba monitoreando la situación. “Que Dios acompañe a la gente de Sutherland Springs, Texas. El FBI y agencias de seguridad están en el lugar”, dijo en Twitter.