Estados Unidos.- Un estudio realizado por la Universidad de Texas a más de 160 mil chicos y durante más de 50 años reveló que nunca hay que pegarles a los niños, ya que aquellos chicos que reciben golpes por parte de sus padres son más propensos a desafiarlos.
Además, la investigación mostró que los chicos que reciben ese tipo de golpes desarrollan actitudes más antisociales, son violentos y pueden desarrollar problemas mentales.
‘Golpearlos genera lo contrario a lo que los padres quieren que genere’, asegura Andrew Grogan-Taylor, de la Universidad de Michigan.
Por su parte, Elizabeth Gershoff, de la Universidad de Texas, dijo: ‘Encontramos que los azotes se asocian con resultados perjudiciales y no se asoció con un mayor cumplimiento inmediato a largo plazo, que son los resultados esperados de los padres cuando disciplinan a sus hijos’.

