Joan Pons Laplana, el enfermero que trabaja en el Hospital de Sheffield, al norte de Inglaterra, conocido por ser voluntario en las pruebas para la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, dio positivo para Covid-19 mientras se desarrolla la fase final del estudio, una noticia muy esperada por los científicos a cargo de los ensayos.
"La vacuna no impide que el virus entre en el cuerpo, sino que pase de los pulmones a la sangre y que la enfermedad se desarrolle. Este es el momento que todos estaban esperando, que reaccionemos en la fase 3 para que pronto salga la vacuna al mercado", dijo ayer el enfermero de origen español en una entrevista telefónica con la agencia de noticias Télam.
El profesional explicó que "sabemos que en la fase 1 y 2 la vacuna es segura y produce una respuesta inmunitaria. Ahora la única manera de saber si funciona en esta última etapa es que los voluntarios den positivo, por lo que esta infección es algo previsto y positivo para el ensayo clínico".
Pons Laplana, de 45 años, quien es el primer extranjero nominado como mejor profesional de enfermería en los premios de la revista British Journal of Nursing, se ofreció como voluntario en junio pasado cuando la Universidad de Oxford pidió colaboración al personal de salud de los hospitales británicos.
Según indicó, para acelerar la obtención de datos y poder sacar la vacuna cuanto antes, se necesita que los voluntarios estén expuestos y se infecten de forma natural y cuanto antes mejor.
"Los expertos esperaban que en la fase 3 los voluntarios se infectaran de forma natural, por eso han buscado personas como yo que trabajan en la primera línea de salud y también lo han hecho en Estados Unidos, Brasil y Sudáfrica, donde la infección es bastante alta", subrayó.
Pons Laplana contó que si bien sabía que podía llegar este momento desde la inoculación de la primera dosis el 5 de junio y la segunda el 25 de septiembre, se asustó cuando le anticiparon el resultado del hisopado, ya que no se imaginó que un simple resfrío y un poco de congestión y dolor de cabeza -síntomas con los que se despertó el jueves pasado- eran por el coronavirus.
El enfermero se quedará unos días en su casa, pero la semana próxima deberá romper la cuarentena para continuar con más análisis, ya que todos están esperando poder "responder a la pregunta del millón que es saber si la vacuna es eficaz".
Es la primera vez que este profesional de la salud se contagió el virus SARS Cov-2, a pesar de que estuvo 15 días junto a su hija cuando esta tuvo Covid-19, por lo que aseguró que los científicos de Oxford creen que la vacuna debe haber estado haciendo efecto.
"La vacuna lo que hace es disminuir muchísimo el riesgo de la enfermedad e impide que la vida esté en riesgo. Tengo la esperanza de que la vacuna me proteja y en dos o tres días me recupere", expresó.
Según Pons Laplana, para finalizar la última etapa del ensayo clínico, se necesita un mínimo de voluntarios contagiados. De hecho la Universidad de Oxford ya pidió a la Agencia Europea de Medicamentos que revise los datos al respecto.
"Sigo creyendo que la vacuna estará para principios de diciembre y si no es la de Oxford será otra. Hay tres vacunas más que estás siendo revisadas por la Agencia Europea. Eso quiere decir que cuando determinen que ya hay suficientes datos se lanzará la producción", vaticinó el enfermero.
Pons Laplana subrayó que se está intentando que la vacuna esté antes de que llegue el invierno en el hemisferio norte y para eso los científicos están trabajando contrarreloj.
En la fase 3 se busca la reducción real de los casos de la enfermedad en el número de personas que fueron vacunadas comparado con el mismo número de sujetos que no recibieron la vacuna. La vacuna británica de Oxford contra el coronavirus será producida en Argentina.