Un cura escocés pidió rezar para que el príncipe George de Inglaterra, que tiene 4 años y es tercero en la línea de sucesión al trono, sea homosexual y ayude así a la normalización del matrimonio gay.

 

Kelvin Holdsworth, rector de la catedral de Glasgow y figura prominente de la Iglesia Episcopal escocesa (que es parte de la comunidad anglicana), abrió una fuerte polémica al formular su propuesta en su blog.

 

Para conseguir que la Iglesia acepte las bodas homosexuales, escribió, existe la opción de “rezar, en la privacidad de sus corazones (o en público, si se atreven), para que el Señor bendiga al príncipe Jorge con el amor, cuando crezca, de un buen caballero joven”.

 

“Una boda real ayudaría a solucionar las cosas de manera remarcablemente fácil, aunque tendríamos que esperar 25 años a que eso ocurriera”, añadió. La Iglesia anglicana de Inglaterra no acepta el matrimonio homosexual, a diferencia de su rama escocesa.

 

Por su parte, Gavin Ashenden, antiguo capellán de la reina Isabel II, bisabuela del príncipe, estalló al enterarse de la propuesta. “Es una plegaria desagradable y desestabilizadora”, dijo Ashenden, sobre todo teniendo en cuenta que las expectativas son que Jorge reine un día y “produzca un heredero biológico con una mujer a la que ame”.

 

“Es el equivalente teológico de la maldición de un hada malvada en los cuentos”, añadió.