Las incógnitas sobre el cadáver de Osama Bin Laden no dejaban de multiplicarse ayer, pese a que funcionarios estadounidenses de seguridad nacional afirmaron que se optó por arrojar al mar los restos del terrorista.

Tras su muerte, los restos de Bin Laden fueron trasladados al portaaviones estadounidense Carl Vinson, en el mar de Arabia. Allí se preparó el cuerpo según los ritos islámicos y a las 2.00 horas de ayer en Washington, según indicaron altos funcionarios del Pentágono, se le dio sepultura en el mar. Ello se hizo, según el alto funcionario, para evitar que la tumba de Bin Laden se convirtiera en un centro de peregrinación para extremistas. También se debió a las dificultades que hubiera supuesto el encontrar un tercer país que quisiera aceptar los restos.

Hasta el momento, EEUU no ha difundido fotografías del cuerpo de su enemigo público número uno. Por estas horas, la Casa Blanca estudia si publica o no imágenes del cadáver del líder de Al Qaeda. Las estaciones televisivas de Pakistán mostraron una imagen supuestamente de Bin Laden con un disparo en la cabeza, con su boca haciendo una mueca. Pero editores de imágenes de la agencia de noticias Reuters afirmaban que la fotografía era falsa, tras descubrir algunas inconsistencias en ella.

Antes de que lanzaran el cuerpo al mar, especialistas de la CIA y del Departamento de Defensa compararon los restos con fotografías de Bin Laden para determinar con seguridad su identidad. Pruebas de ADN contrastadas con otros miembros de la familia de Bin Laden demostraron al "99,9 por ciento" que se trataba del terrorista. Según la cadena ABC News, las muestras habrían sido comparadas con las de una de sus hermanas, fallecida de cáncer en la ciudad estadounidense de Boston.

En clima de incógnita, el diario español El Mundo no descartaba la posibilidad de que el cadáver estuviera en un hospital militar estadounidense en Alemania o, incluso, en los mismos Estados Unidos. "¿Piensa Estados Unidos traerlo a su territorio o se quedará para siempre en el mundo árabe donde sería cremado y sus cenizas esparcidas en una zona desconocida para no crear lugares de culto de sus seguidores?", se preguntaba el periódico español en su edición on line.

Desde estamentos políticos y diplomáticos estadounidenses coinciden en que EEUU debe presentar algún tipo de evidencia física de que, finalmente, logró "hacer justicia" con Bin Laden. "Lo ideal sería invitar a un grupo selecto de periodistas con credibilidad, de varios países, llevarlos a Afganistán y mostrarle el cadáver", dijo un ex diplomático de Estados Unidos en Latinoamérica.

Por su lado, el director de la prestigiosa sede de la escuela musulmana suní al-Azhar en Egipto condenó como una afrenta a los valores religiosos y humanos que las tropas estadounidenses hayan arrojado al mar el cuerpo de Bin Laden. Los musulmanes colocan a los muertos en tumbas permanentes en la tierra y aceptan el entierro en el mar sólo en los casos en que el cuerpo no puede ser preservado intacto a bordo de un barco hasta que llegue a la costa.