Colombia votará hoy un nuevo presidente en unas elecciones que según los sondeos serán las más disputadas en su historia reciente ya que los dos candidatos con más chances de suceder a Alvaro Uribe están empatados, por lo que hoy sólo podrían conseguir su pasaporte para la segunda vuelta el próximo mes.

El candidato oficialista del Partido de la U, Juan Manuel Santos, y el líder del Partido Verde, Antanas Mockus, encabezan las encuestas sobre intención de voto pero lejos del 50 por ciento más un voto que necesitan para definir el comicio este domingo.

Si los pronósticos de las encuestas se cumplen, ambos deberán ir a una segunda vuelta el 20 de junio y las alianzas con los partidos y movimientos derrotados serán decisivas para alcanzar el triunfo.

Las Fuerzas Armadas permanecen en estado de máxima alerta para garantizar el normal desarrollo de las elecciones y evitar posibles ataques de la guerrilla, que acostumbra a ejecutar actos de sabotaje y de violencia para demostrar poder militar, de acuerdo con fuentes de seguridad.

"Tenemos un cubrimiento del 99,9 por ciento de los puestos de votación. Estamos listos, tranquilos y preparados, esperemos que el domingo sea otra fiesta democrática, (…) que sean las elecciones presidenciales más tranquilas en 30 años", dijo el ministro de Defensa, Gabriel Silva.

Tanto Santos, ex ministro de Defensa de Uribe, de vasta experiencia en la función pública pero que nunca desempeñó un cargo electivo, y miembro de una aristocrática familia vinculada a la política y el periodismo, como Mockus, un matemático y filósofo de origen lituano que fue alcalde de Bogotá en dos ocasiones, han prometido dar continuidad a las políticas del actual Gobierno.

Los dos prometieron durante la campaña mantener la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico, atacar el déficit fiscal, el desempleo e impulsar reformas sociales para reducir las profundas desigualdades en este país de más de 44 millones de habitantes exportador de petróleo, carbón, café y flores.

Pese a las diferencias en sus orígenes sociales y a sus posiciones políticas, Santos y Mockus se han declarado amigos del libre mercado y de las políticas pro empresariales en una campaña que no ha generado temores entre inversores y empresarios.

Quien resulte elegido tendrá además el desafío de recomponer las deterioradas relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela, después de que el presidente Hugo Chávez las congelara en protesta por un acuerdo militar entre Bogotá y Washington que Chávez considera una amenaza.

También deberá normalizar las relaciones con Ecuador y mantener la cooperación de EEUU en la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales, que se viene reduciendo lentamente en medio de los problemas financieros que afronta la mayor economía del mundo.

Los comicios se presentan en un momento en el que los colombianos están más preocupados por el desempleo, la crisis de la salud y el escaso acceso a la educación de calidad que por la inseguridad, de acuerdo con encuestas.

Santos, quien como ministro de Defensa propinó los mayores golpes a la guerrilla FARC y se destacó como ministro de Hacienda y de Comercio en otros dos gobiernos, jamás ha ganado un cargo de elección popular.