Los 66 pasajeros y tripulantes a bordo de un avión de línea iraní que se estrelló el domingo en una región montañosa del suroeste de Irán murieron. “Tras la búsqueda en la zona donde el avión se estrelló, fuimos informados de que todas las personas a bordo habían perdido la vida”, declaró el portavoz de la compañía, Mohamad Tabatabai, a la televisión pública iraní.

 

En el aparato viajaban 60 pasajeros, entre ellos un niño, y seis miembros de la tripulación. El avión, que volaba entre Teherán y la ciudad de Yasuj, “se estrelló en la región de Semirom”, unos 480 kilómetros al sur de la capital.

 

Semirom y Yasuj se encuentran en las montañas de Zagros. Un helicóptero de rescate fue enviado al lugar dado que “debido al relieve montañoso de la región es imposible enviar ambulancias”, precisó Mojtaba Jaledi, portavoz de los servicios de emergencias.

 

 

Alaedin Boruyerdi, presidente de la comisión sobre seguridad nacional y política exterior del parlamento iraní afirmó que se trata de un avión de marca ATR de la compañía aérea Aseman Airlines. Todo apunta a que el accidente estuvo causado por la climatología, en concreto por la niebla y el viento registrados en esa región.

 

Irán cuenta con una flota aérea obsoleta debido a años de sanciones internacionales y en la última década se han producido varios accidentes graves.