El envenenamiento de un exespía ruso que vivía con su hija en Londres, en un episodio que parece sacado de una novela de espionaje, ha abierto un interrogante sobre el futuro de las relaciones entre el Reino Unido y Rusia.
El caso de Serguei Skripal y de su hija Yulia, recuerda el asesinato del exagente ruso Alexander Litvinenko, cometido en 2006 también en Londres mediante envenenamiento con la sustancia radiactiva polonio 210.
Algunos diarios mencionaron que el gas nervioso utilizado contra Skripal podría haberse elaborado en el laboratorio de Yasenovo, cerca de Moscú, uno de los pocos sitios del mundo donde se producen gas sarín o VX, que se sospecha fueron los usados.
En el incidente resultó afectado además un oficial de policía identificado como Nick Bailey, de 38 años, que fue el primero en socorrer al padre y a la hija cuando fueron hallados desmayados en un banco cerca del shopping.
Los investigadores británicos, sin embrago, están analizando si la sustancia pudo haber sido traída por Yulia desde Moscú, camuflada en un supuesto regalo de un amigo para su padre.
Los Skripal vivían en la ciudad inglesa de Salisbury, 145 Km al suroeste de Londres. Mientras avanza la investigación, con especulaciones de todo tipo, hay varios datos que empezaron a ser considerados por los expertos.
Por ejemplo, la esposa de Skripal, Ludmila, murió de cáncer en 2012, y su hijo, Alexander, falleció el año pasado durante un viaje a la ciudad rusa de San Petersburgo por supuestos problemas hepáticos.
Para muchos investigadores, el crimen de Litvinenko fue un asesinato casi perfecto: fue envenenado con un té contaminado que tomó en un hotel de Londres. Skripal, por su parte, había ido con su hija a un pub y a un restaurante italiano de Salisbury, donde según algunos testimonios empezó a sentirse mal y hablar a los gritos.
La última hipótesis conocida es que fueron envenenados en su casa de Salisbury tras recibir un gran paquete. El ejército británico también participa de la investigación.
El caso Litvinenko estuvo sin resolverse durante 10 años, hasta que el testimonio del mismo afectado, que acusó a Putin en su lecho de muerte.
Skripal es un exoficial de la inteligencia militar rusa que actuaba como informante, o doble agente, del servicio secreto británico MI6. Se cree que fue reclutado por los servicios de inteligencia británicos en 1995, con el fin de proporcionar la identidad de varios decenas de agentes secretos rusos que operaban en Europa.
Su caso parece salido de una novela sobre la Guerra Fría, la crisis diplomática entre la exUnión Soviética y EEUU. Sin embargo, no será fácil para el Reino Unido probar que Moscú estuvo detrás del envenenamiento de Skripal y su hija como occidente acusa.
Muchos coinciden en que se inició en 1945. La Guerra Fría fue un enfrentamiento entre EEUU y la Unión Soviética (hoy Rusia) iniciado al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando los soviéticos ocuparon los países de Europa Oriental que habían liberado de los nazis, mientras que las fuerzas estadounidenses establecieron sus bases militares en Europa Occidental, Turquía, Japón y otros países.
Alemania fue dividida en dos. Ambas superpotencias querían implantar su hegemonía en todo el planeta. Ninguna de las dos atacó jamás militarmente a la otra, razón por la que el conflicto se denominó Guerra Fría.
EEUU inició la Guerra Fría con ventaja porque en su territorio nunca se combatió, mientras la Unión Soviética sufrió la invasión de las tropas alemanas nazis que destruyeron ciudades soviéticas.
Después los soviéticos expulsaron a los nazis persiguiéndolos por Europa hasta tomar Berlín. Se les llama superpotencias a Unión Soviética y a EEUU por tener el mayor poder militar del mundo. La Guerra Fría creó la “carrera armamentista” debido a que ninguna de las dos superpotencias podía permitir que la otra la superase. En 1985 Mijaíl Gorbachov se convirtió en el líder de la Unión Soviética y permitió la actividad económica privada. El 3 de diciembre de 1989 Gorbachov y George H. W. Bush padre declararon terminada la Guerra Fría.