El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció ayer finalmente el cierre de la primera fase de "un acuerdo comercial muy grande" con China y, como consecuencia, la suspensión de la nueva ronda de aranceles a importaciones chinas que EEUU tenía previsto imponer este fin de semana.
"Hemos acordado la primera fase de un acuerdo comercial muy grande con China. Han aceptado muchos cambios estructurales y enormes compras de bienes manufacturados, productos agrícolas y energéticos", afirmó Trump en su cuenta de Twitter. Asimismo, agregó que "los aranceles previstos para el 15 de diciembre no serán aplicados por el hecho de haber alcanzado el acuerdo". "Comenzaremos las negociaciones sobre la fase dos del acuerdo de manera inmediata. Este es un acuerdo asombroso para todos", remarcó.
El pacto implica, no obstante, que se mantienen aranceles junto con unos gravámenes reducidos del 7,5% a importaciones adicionales valoradas en aproximadamente 120.000 millones de dólares, informó Robert Lighthizer, representante de Comercio Exterior de EEUU, en un comunicado.
Lighthizer subrayó que el acuerdo logra cambios estructurales significativos y completamente verificables, y logra reequilibrar las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China". Las negociaciones entre ambas partes habían sufrido varios sobresaltos, con informaciones contradictorias y críticas veladas, desde que en octubre se anunció un acuerdo tentativo, por lo que supone una victoria del presidente Donald Trump, que ha hecho del proteccionismo y la guerra comercial con China una de sus principales prioridades.
Avance por juicio
Una comisión de la Cámara Baja de Estados Unidos, controlada por los demócratas, aprobó ayer cargos contra Donald Trump por abuso de poder y obstrucción, lo que casi con seguridad lo convertirá en el tercer mandatario en enfrentar un juicio de destitución. Efe