El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un decreto para negar asilo a los inmigrantes que ingresan de manera ilegal al país, en una medida que afectará de manera directa a la caravana de centroamericanos que partió el 12 de octubre desde Honduras.
"Acabo de firmar la proclamación sobre asilo. La gente puede venir, pero tienen que venir a través de los puertos de entrada (autorizados)", señaló Trump a periodistas antes de subirse al avión rumbo a Francia.
En un decreto publicado ayer, el mandatario estableció la prohibición, durante al menos 90 días, de permitir el ingreso al país a las personas que crucen ilegalmente las fronteras, en una medida que elimina la posibilidad de pedir asilo a quienes la incumplan.
La medida llega luego de tres semanas de advertencias contra la caravana de migrantes, que ahora se encuentra atravesando México y que fue el chivo expiatorio elegido por el presidente para su campaña política de cara a las elecciones del pasado martes.
Con la modificación, las personas que crucen la frontera de EEUU de manera irregular no podrán solicitar asilo y sí podrán hacerlo quienes ingresen por puntos de acceso autorizados, informaron ayer funcionarios de la Casa Blanca. Agregaron que las medidas, que probablemente enfrentarán desafíos legales, entrarán en vigencia hoy y lo estarán durante 90 días, que podrían extenderse; no afectará a las personas que ya están dentro del país. Funcionarios de Seguridad Nacional informaron que están agregando personal en los cruces fronterizos.