Francia le dio ayer al centro-derecha de Nicolas Sarkozy la gran victoria que este anhelaba tras su retorno a la política el año pasado y propinó un duro golpe al Gobierno del presidente del país, el socialista François Hollande.
La segunda vuelta de las elecciones departamentales confirmó las expectativas de vuelco apuntadas el pasado domingo en la primera ronda.
Los conservadores de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) y sus aliados centristas podrían obtener el triunfo en unos 70 departamentos del centenar en que se divide el país, según las primeras estimaciones. El socialismo, que presidía 60 consejos departamentales, ahora se quedaría entre 27 y 31, según las proyecciones de los institutos de opinión pública. El expresidente Sarkozy aludió al ‘rechazo masivo‘ mostrado por los franceses hacia las políticas del presidente e insistió en que ‘se abre una nueva etapa‘ que terminará, a su juicio, con la vuelta de la derecha al Elíseo en 2017.
Fuente: Efe
