El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó ayer un decreto para poner fin a la separación de niños de sus familias luego de que son detenidos cruzando de manera ilegal la frontera con México, una práctica que generó críticas en el mundo.

La decisión constituye un abrupto giro para un presidente y un gobierno que insistían en que no había otra opción que separar a las familias de indocumentados aprehendidas en la frontera en cumplimiento de la ley y de un fallo judicial.

Trump, su secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y otros funcionarios habían dicho que la única forma de frenar la práctica era una ley inmigratoria integral del Congreso que incluyera la construcción de un muro en la frontera con México.

Sin embargo, tanto la oposición demócrata como los republicanos, sostenían que el presidente podía terminar él mismo con esa situación, que forma parte de una política de "tolerancia cero" contra la inmigración ilegal lanzada en abril pasado.

En virtud de esta política, todo adulto indocumentado detenido es procesado y separado de sus hijos, y 2.342 chicos han sido enviados a campamentos u otras instalaciones donde no tienen ningún contacto con sus seres queridos.

Luego de que circularan imágenes de niños detenidos en estructuras similares a jaulas y grabaciones de chicos llorando, el propio Partido Republicano de Trump, enfrentado al estupor general y temeroso de un impacto negativo en las elecciones legislativas de este año, comenzó a rebelarse, obligando al presidente a dar marcha atrás.

"Vamos a mantener juntas a las familias. No me gustó ver a familias separadas, ni lo que se siente por ello. Esto resolverá el problema", dijo el mandatario al firmar el decreto en la Casa Blanca, junto a Nielsen y el vicepresidente Mike Pence, informó la cadena CNN.

Trump, sin embargo, aseguró que el decreto no implica el fin de su política de línea dura con la inmigración ilegal, a la que describió como una fuente de crimen y narcotráfico.

Repudio mundial
 

En coincidencia con el Día Mundial del Refugiado, la primera ministra británica, Theresa May; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; el Consejo de Europa y hasta el papa Francisco habían cuestionado la política de "tolerancia cero" de Trump, sobre todo después de que se difundiera las imágenes de niños custodiados en jaulas.

Más de 50.000 al mes
 

Desde marzo al mes pasado, más de 50.000 personas fueron detenidas por mes por cruzar ilegalmente la frontera desde México. Alrededor de un 15% de ellas llegan como familias, y un 8% son niños no acompañados por adultos. El decreto de Trump establece que los padres serán llevados junto a sus hijos a centros de detención.