Washington, 9 de marzo.- El gobernador de Texas, Rick Perry,
tiene sobre su mesa la decisión de promulgar una propuesta de
ley aprobada por el Congreso estatal que exige que las mujeres que
vayan a abortar se sometan a ultrasonidos y escuchen el corazón del
bebé antes del procedimiento.
Grupos proabortistas han anunciado manifestaciones en
todo el estado contra la medida, aprobada el lunes por el Congreso
estatal por 107 votos a favor frente a 42 en contra.
‘Es un momento definitorio en los derechos reproductivos, no sólo
en Texas, en todo el país‘, afirmó la organización Planned
Parenthood (Planificación Familiar) de Texas en su llamamiento a
salir a la calle a manifestarse.
Perry, sin embargo, celebró la aprobación de la ley por parte del
Congreso de Texas ya que, dijo, ‘reafirma nuestros esfuerzos para
proteger la vida y asegura que todos los tejanos estén totalmente
informados cuando consideren tomar una decisión de tanta
importancia‘.
‘La decisión para escoger la vida se vuelve más clara cuando la
persona tiene acceso a toda la información, espero con impaciencia
que esta importante ley llegue a mi despacho‘, explicó Perry en una
reciente nota de prensa.
La iniciativa de ley exige que todas las mujeres que quieran
abortar, incluso las víctimas de una violación, deban someterse a
ultrasonidos 24 horas antes del aborto y vean los resultados.
La última versión aprobada por la Cámara de Representantes es más
exigente que la previamente ratificada por el Senado, ya que no
plantea excepciones y retira la licencia médica a aquellos médicos
que no realicen el ultrasonido antes de practicar el aborto.
El autor de la proposición de ley, el republicano Sid Miller,
explicó que si las mujeres que van a abortar no quieren ver los
resultados del ‘sonograma‘ pueden mirar para otro lado o utilizar
auriculares para evitar escuchar el latido del corazón.
Por su parte, el miembro de la Cámara de Representantes por
Houston, el demócrata Armando Walle, calificó la iniciativa como ‘la
cima de la intrusión por parte del Gobierno en los individuos de
Texas‘.
Asimismo, el doctor Scott Pear, de Planned Parenthood de Texas,
criticó la ‘problemática ley‘ por el uso ‘de los ultrasonidos para
fines políticos‘.