El balance de víctimas a causa del terremoto de magnitud 6,7 en la escala de Richter que sacudió este jueves la isla japonesa de Hokkaido ascendió a nueve muertos y 200 heridos, mientras que otras 30 personas continúan desaparecidas.
Fuentes de la Agencia Meteorológica de Japón indicaron que hasta el momento se han registrado varias réplicas en la zona, que ha sufrido además varios deslizamientos de tierra a causa de los seísmos.
El primer ministro del país, Shinzo Abe, ordenó la creación de un comité de emergencia para coordinar las tareas de búsqueda y rescate, al tiempo que ha anunciado el envío a la zona de personal de la Fuerza de Autodefensa.
Los servicios meteorológicos de Japón situaron el origen del temblor a unos 40 kilómetros de profundidad, mientras que Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), rebajó la profundidad a 34 kilómetros. Las autoridades locales, sin embargo, ya han descartado que pueda haber alerta de tsunami.
Medios locales han indicado que se han registrado apagones en varias zonas, así como carreteras bloqueadas. Las líneas de tren han cancelado sus servicios en algunas áreas de Hokkaido.
El primer ministro nipón señaló que las autoridades han puesto en marcha varias operaciones de rescate y ha asegurado que la prioridad del Gobierno es salvar el mayor número de vidas posible.
La planta nuclear de Tomari, por otra parte, ha sufrido un corte del suministro eléctrico, tal y como ha explicado el portavoz del Gobierno Yoshihide Suga, que ha hecho hincapié en que no se han producido irregularidades en los niveles de radiación de la planta, que lleva cerrada desde el fuerte terremoto que tuvo lugar en 2011.
Las autoridades han informado de que se ha registrado un incendio en la fábrica de Mitsubishi de la localidad de Muroran, el cual se encuentra ya bajo control.
El principal aeropuerto de la isla también se ha visto gravemente afectado por derrumbes e inundaciones, por lo que permanecerá cerrado al menos hasta el jueves. Asimismo, el aeropuerto de Kansai continúa cerrado debido a los estragos causados por el tifón ‘Jebi’, que obligó a evacuar en barco a 5.000 personas de dicha zona esta misma semana. El Gobierno espera reabrir el aeropuerto lo antes posible para poder reanudar este viernes los vuelos domésticos.