ESTOCOLMO.- Los feligreses pagan el diezmo por mensaje de texto; los puestos de venta callejera de los sin techo tienen posnet con tecnología móvil, y ni siquiera el museo de ABBA, santuario de la banda de los 70 que compuso el tema ‘Money, Money, Money’, acepta billetes, por considerarlos muy del siglo pasado. Pocos lugares del mundo avanzan hacia un futuro sin dinero en efectivo con mayor velocidad que Suecia, que se ha vuelto adicta a la practicidad de pagar con tarjeta o apps.

Este país de avanzada tecnológica, hogar del servicio de streaming Spotify y de los creadores del juego Candy Crush, fue seducido por innovaciones que facilitan al máximo los pagos digitales. Se trata, sobre todo, de una cuestión de orden práctico, ya que muchos de los bancos suecos ya no aceptan ni entregan dinero en efectivo. Pero no todos festejan. La afición de los suecos por los pagos electrónicos ha generado alarma en las asociaciones de consumidores y otras voces críticas, que advierten sobre los riesgos para la privacidad y sobre la creciente vulnerabilidad ante un cibercrimen cada vez más sofisticado. El año pasado, la cantidad de casos de fraude electrónico se disparó a 140.000, más del doble que hace una década, según el Ministerio de Justicia de Suecia.

Los críticos también señalan que los ancianos y los refugiados, frecuentes usuarios de dinero en efectivo, pueden terminar marginados. Y que los jóvenes que usan la aplicación de su teléfono para comprar de todo o pedir un crédito corren el riesgo de endeudarse. La excusa para estemcambio son muchas y una de ellas es que los países deberían dejar de manejarse con dinero es la seguridad personal. 

Actualmente, los billetes y las monedas representan apenas un 2% de la economía total de Suecia, frente al 7,7% en Estados Unidos y el 10% en la eurozona. Este año, sólo alrededor de un 20% de todos los pagos de consumidores suecos se realizó en efectivo, frente a un promedio del 75% en el resto del mundo, según la agencia Euromonitor International.

En Suecia, las tarjetas de crédito siguen a la cabeza: cerca de 2400 millones de dólares en transacciones con tarjeta de crédito o débito en 2013, frente a los 213 millones de 15 años antes. Pero hasta el plástico tiene competencia, ya que cada vez son más los suecos que pagan sus compras y cuentas cotidianas a través de aplicaciones móviles.

En más de la mitad de las sucursales de los principales bancos del país, incluidos el SEB, Swedbank, Nordea Bank y otros, ya no hay efectivo disponible ni se aceptan depósitos en dinero contante. Dicen haber reducido muchos sus gastos en seguridad, ya que no hay motivos para asaltar las sucursales.

Fuente: La Nación