Indonesia dio ayer por muertos a los 53 tripulantes del submarino desaparecido en la madrugada del miércoles en aguas al norte de Bali después de encontrar el sumergible partido en tres partes a una profundidad de más de 800 metros.
"Con gran pena, como jefe de las Fuerzas Armas de Indonesia, los soldados (…) han caído mientras cumplían su deber al norte de Bali. En nombre de todos los soldados y la familia de las Fuerzas Armadas, expreso mis condolencias más profundas a las familias de los caídos. Que Dios les dé serenidad", declaró Hadi Tjahjanto, jefe del Ejército, en rueda de prensa.
Yudo Margano, jefe de la Marina, afirmó que el submarino KRI Rigel, procedente de Singapur para ayudar en la búsqueda, localizo el KRI-Nanggala-402 partido en tres a una profundidad de unos 838 metros y recalcó que el accidente no se debió a un error humano.
Según explicó Margano, que mostró algunos videos del submarino durante la rueda de prensa, las partes trasera y delantera del sumergible se desprendieron y la parte central se mantenía entera, pero se pueden observar algunas grietas.
Los equipos de rescate todavía no han podido hallar los cuerpos de ninguno, que una vez recuperados, serán trasladados a la ciudad de Surabaya, en la isla de Java. Aunque está ya localizado, la gran profundidad a la que se encuentra, superior a la que puede alcanzar la Marina indonesia con sus equipamientos, dificulta la recuperación de la nave hundida, en cuyo interior podrían seguir los cuerpos de los militares perecidos. Las autoridades sospechan que comenzó a sufrir grietas cuando se encontraba a entre 400 y 500 metros bajo la superficie, pues no fue diseñado para descender más allá.