El estado de excepción que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, amplió la noche del viernes a cuatro municipios fronterizos provocó ayer otro éxodo de colombianos que, atemorizados ante la posibilidad de ser deportados, regresan a su país a través de rutas alternativas.
Maduro, que ya aplicó esta medida el pasado 21 de agosto a seis municipios limítrofes, anunció este viernes el cierre a la circulación fronteriza en otras cuatro localidades para luchar, dijo, contra el paramilitarismo y el contrabando.
Con la decisión, toda la frontera con Colombia a lo largo del estado de Táchira permanecerá cerrada, lo que supone cerca de 160 km de límite fronterizo de los 2.219 km totales entre ambas naciones.
Colombia y Venezuela cuentan con tres puestos migratorios terrestres en Paraguachón (La Guajira), Cúcuta (Norte de Santander) y Arauca (Arauca), y uno fluvial en Puerto Carreño (Vichada), y el resto son cruces ilegales, muchos de ellos en zonas selváticas. Desde que comenzó el conflicto hace 10 días, más de 8.250 colombianos abandonaron voluntariamente Venezuela.

