Una mujer de raza mixta puede ser la tercera persona en curarse del VIH (el virus que causa el SIDA), según The New York Times. En este caso, fue sometida a un nuevo método de trasplante que involucra la sangre del cordón umbilical, lo que abriría la posibilidad de curar a más personas de diversos orígenes raciales que antes, según anunciaron los científicos a cargo del procedimiento, quienes presentaron algunos de los detalles del nuevo caso ayer en la Conferencia sobre Retrovirus en Denver, EEUU.
Solo otros dos individuos con VIH han sido curados con éxito. Timothy Ray Brown, el llamado "paciente de Berlín", se mantuvo libre de virus durante 12 años, hasta que murió en 2020 de cáncer. En 2019, se informó que el "paciente de Londres", Adam Castillejo, se curó del VIH. Ambos recibieron trasplantes de médula ósea de donantes que portaban una mutación que bloquea la infección por VIH.
En cuanto al caso más reciente, la sangre del cordón umbilical está más disponible que las células madre adultas que se usan en los trasplantes de médula ósea, y no es necesario que coincidan tan estrechamente con el receptor. La mayoría de los donantes en los registros son de origen caucásico, por lo que permitir solo una compatibilidad parcial tiene el potencial de curar a docenas de estadounidenses, dijeron los científicos.
La mujer, que también tenía leucemia, recibió sangre del cordón umbilical para tratar su cáncer. Provino de un donante parcialmente compatible, en lugar de la práctica típica de encontrar un donante de médula ósea de raza y etnia similar a la del paciente. También recibió sangre de un pariente cercano para más defensas mientras duraba el trasplante.
Los antecedentes raciales del nuevo caso marcan un importante paso adelante en el desarrollo de una cura para el VIH, dijeron los investigadores.
"El hecho de que sea mestiza es muy importante", dijo el Dr. Steven Deeks, experto en sida de la Universidad de California en San Francisco.
Un trasplante de médula ósea no es una opción realista para la mayoría de los pacientes. Dichos trasplantes son altamente invasivos y riesgosos.
En los dos casos anteriores, cuando los trasplantes de médula ósea reemplazaron todos sus sistemas inmunológicos, ambos hombres sufrieron efectos secundarios punitivos. Por el contrario, la mujer en el último caso abandonó el hospital el día 17 después de su trasplante.