Al menos 70 personas murieron ayer al estrellarse un avión de la compañía nacional iraní "IranAir" en el noroeste del país, al parecer, a causa del temporal de nieve y viento que azota la región, confirmó un miembro de los servicios de emergencia.
Según el responsable, identificado como Heydar Heidary por la agencia oficial de noticias local Irna, en el siniestro habrían sobrevivido 32 viajeros, los que han sido trasladados a hospitales con heridas de diversa consideración.
Por su parte Mahmoud Mozafar, jefe de la Media Luna Roja de Irán, dijo a la televisión estatal que "el avión se partió en pedazos pero no explotó".
En un primer momento se dijo que en la aeronave volaban cerca de 156 personas, dato que más tarde fue negado y corregido por el presidente del Centro Estatal de Emergencias de Irán, Gholam Reza Masumi, quién aseguró que 105 personas viajaban el vuelo accidentado.
En esta misma línea, informó la agencia semioficial de noticias Fars, quien dijo que 50 personas de las 105 que estaban en la nave fueron rescatadas del avión.
"El número de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas", agregó Irna, que subrayó que los servicios de socorro trabajaron aún en la zona pese a ser noche cerrada, gracias a unos potentes faros.
Entre el pasaje había doce miembros de la tripulación, dos bebés y un niño, cuya suerte no ha sido revelada. "Algunos de los heridos están en situación crítica", informó la agencia Fars.
El accidente ocurrió sobre las 19.45 horas local (8.15 en la Argentina) cerca de lago Urumiyeh, próximo a la frontera con Turquía, cuando el aparato se disponía a aterrizar entre la niebla, señaló el presidente del Centro Estatal de Emergencias, Masumi.
El avión había partido ayer en la tarde del aeropuerto nacional de Mehrabad, en el sur de Teherán, con más de una hora de retraso debido a problemas de visibilidad y frío en la ruta, de los que había advertido la torre de control de Urumiyeh.
En tanto, tras la ola de nieve y viento los vuelos provenientes de Teherán y dirigidos a Urumiyeh fueron suspendidos ayer por el mal tiempo.
Los accidentes aéreos son relativamente frecuentes en Irán, este país tiene un largo historial de tragedias aéreas, debido sobre todo a la precariedad de su flota aérea, anticuada y sometida, como el resto del país, a un embargo internacional que le impide comprar piezas de repuesto originales.
Según cifras oficiales, cerca de un millar de personas han perdido la vida en distintos accidentes aéreos, civiles y militares, en Irán durante la última década.
El último de gran envergadura ocurrió en julio de 2009 cuando un Tupolev de la compañía Caspian Airlines en ruta entre Teherán y Yereván, capital de Armenia, y con 156 personas a bordo se estrelló cerca de la ciudad septentrional iraní de Qazvin.
En el accidente, causado por el incendio de uno de los motores en vuelo, perdieron la vida todos los ocupantes del aparato de fabricación rusa.
En febrero de 2003 un total de 276 personas, la mayoría efectivos de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes, murieron al estrellarse el avión Ilyushin-76 que les trasladaba desde la capital a una zona montañosa del noreste del país.