El grupo empresarial Neiman Marcus se está preparando para buscar protección por bancarrota posiblemente esta misma semana, convirtiéndose en el primer gran operador de grandes almacenes de EEUU en sucumbir a las consecuencias económicas del brote de coronavirus en ese país.
El golpe final a Neiman Marcus sucedió cuando la cadena se vio obligada a cerrar 43 tiendas de su marca principal, 12 de Last Call y las dos tiendas de Bergdorf Goodman en Nueva York.
Actualmente el directorio de la empresa busca conseguir un préstamo con sus acreedores que sería de cientos de millones de dólares, que mantendría algunas de sus operaciones durante los procedimientos de quiebra. También ha suspendido a muchos de sus aproximadamente 14.000 empleados.
Neiman Marcus omitió millones de dólares en pagos de deuda la semana pasada, incluido uno que sólo le dio a la compañía unos días para evitar un incumplimiento.
Esta no es la primera vez que la cadena está en problemas: el año pasado, en un acuerdo de reestructuración con algunos acreedores, se retrasaron las fechas de vencimiento de sus obligaciones financieras, aunque las transacciones se sumaron a los gastos de intereses.
Una vez que se declare en bancarrota, Neiman Marcus podría atraer el interés de potenciales pretendientes que busquen comprar la empresa o algunos de sus activos a bajo precio, dijeron las fuentes.