El sistema público de salud (SUS) de Brasil atraviesa su momento más crítico por la segunda ola del coronavirus, con tasas récord de ocupación de camas en casi 20 capitales. Ahora San Pablo, la mayor ciudad del país, enfrenta un escenario complicado por el colapso de la terapia intensiva en hospitales privados.
Ayer, el gobernador de San Pablo João Doria (PSDB), pidió a la población que colabore para evitar el colapso total del sistema de salud del estado luego de advertir que hay hospitales con ocupación del 100% de la terapia intensiva, parte de ellos en la red privada. En tanto, los estados brasileños de Santa Catarina y Minas Gerais debieron transferir a pacientes graves a otras regiones de Brasil por falta de camas.
“La situación de la pandemia es muy grave en Brasil. Y no es diferente en el estado de SP. Llevamos 11 días consecutivos batiendo el récord de hospitalizados en camas de UCI, cifra que ya supera en un 16% el pico registrado en la primera hola, en julio / 2020 “, dijo Doria en Twitter.
“Ya tenemos hospitales con ocupación del 100% de las camas de UCI, parte de ellos en la red privada. El colapso de la red de atención médica significa que las personas pueden quedarse sin atención médica. Desde el inicio de la pandemia, hemos adoptado varias medidas para prevenir el colapso de la salud“, continuó el gobernador de San Pablo.
Doria destacó las medidas adoptadas por el gobierno estatal para garantizar el acceso a la salud y pidió a la población que haga su parte. “Más del doble de nuevas camas de UCI, compramos más de 3400 respiradores, contratamos más médicos y enfermeras. Sin embargo, dada la fuerza de esta nueva ola, los esfuerzos no serán suficientes si la población no hace su parte“, dijo.
Desde fin de semana pasado, comenzó a regir un lockdown nocturno, de 23 a 5, hasta el 14 de marzo en San Pablo para evitar aglomeraciones. El gobierno impuso multas a 286 establecimientos que no cumplieron con la normativa. Ayer el estado alcanzó 60.014 muertes por coronavirus. En las últimas 24 horas, el Departamento de Salud registró 468 muertes, el número más alto desde el inicio de la pandemia.
Santa Catarina y Minas Gerais
En tanto, la situación en Santa Catarina, limítrofe con Misiones, que venía empeorando, días quedó al desnudo en los últimos días: al menos seis personas murieron desde el viernes por falta de camas de terapia intensiva, según reportó la cadena Globo en base a denuncias de familiares y paramédicos.
Los pacientes que a partir de ahora comenzarán a ser trasladados son los de la región oeste, de Chapecó, a 200 kilómetros con la frontera argentina, hacia el estado de Espirito Santo, en el sudeste de Brasil.
Santa Catarina se encuentra con el 98,6% de ocupación de las camas de terapia intensiva para Covid-19 y, por eso, el gobernador Carlos Moisés declaró el toque de queda nocturno y de fines de semana, sumado a la prohibición de permanecer en las playas de Florianópolis y sus municipios vecinos, que suelen ser el principal destino del turismo de verano de los países del Mercosur.
Mientras tanto, en la región sudeste, el segundo estado más poblado de Brasil, Minas Gerais, también entró en colapso hospitalario.
Las consecuencias de fiestas de carnaval ilegales en poblados de mediano y pequeño porte causaron que los hospitales regionales hoy estén a tope en las ciudades del interior.
Febrero fue un mes letal para Minas Gerais: hubo 3505 muertos contra 1026 en noviembre, anterior récord, por la pandemia.
Belo Horizonte, la capital, tiene el 14% de los muertos de todo Minas, un estado donde el problema principal de ocupación de camas se dio en el corazón sojero y ganadero, en Uberaba, en la región fértil conocida como Triángulo Mineiro.
Los hospitales públicos y privados ya colapsaron y debieron trasladar a al menos 19 pacientes de coronavirus a Ribeirao Preto, ciudad del estado de San Pablo.
La pandemia en Brasil ha estado marcada por tensiones entre los gobernadores de la mayoría de los estados y el presidente Jair Bolsonaro, que minimizó su importancia, promovió aglomeraciones sin uso de tapabocas y se opuso a las medidas de confinamiento para así preservar la economía.
Asimismo, la campaña de vacunación empezó a mediados de enero y se vio interrumpida en varias regiones por falta de dosis.
(Fuente: Agencia AFP)