Bielorrusia anunció ayer la prolongación de ejercicios militares con Rusia debido a las tensiones con la vecina Ucrania y el agravamiento de combates entre el Ejército ucraniano y separatistas rusoparlantes en una zona fronteriza con territorio ruso.
La decisión de continuar con las maniobras, que comenzaron hace diez días y debían terminar ayer, fue tomada por los presidentes de Bielorrusia y Rusia, Alexandr Lukashenko y Vladimir Putin, dijo el ministro de Defensa bielorruso en un comunicado.
Estados Unidos y la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sospechan que Rusia podría usar las tropas desplegadas en Bielorrusia para invadir a Ucrania. El Kremlin lleva semanas asegurando que no tiene intención de entrar en ese país y acusa en cambio a la OTAN de amenazar su seguridad al expandirse en el este de Europa.
En 2014, Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea y apoyó políticamente a milicias separatistas rusoparlantes del este de Ucrania. Más de 14.000 personas han muerto en combates en esa zona de Ucrania, que se conoce como Donbass y donde las milicias controlan dos provincias fronterizas con Rusia.
Los temores a una guerra entre Rusia y Ucrania aumentaron en los dos últimos días debido a un incremento de las hostilidades entre el Ejército ucraniano y las milicias. El ministro de Defensa bielorruso, Viktor Jrenin, dijo que los ejercicios con Rusia (cerca de Ucrania) se prolongarán debido "al aumento de la actividad militar cerca de las fronteras exteriores" de ambos países y al "agravamiento de la situación en Donbass".
El sábado, Putin y Lukashenko supervisaron juntos ejercicios balísticos con misiles hipersónicos, intercontinentales y pruebas desde submarinos nucleares en lo que describieron como un "ejercicio de las fuerzas de disuasión estratégica". El Kremlin recordó que los ejercicios estaban "planeados de antemano", antes de la actual crisis con Ucrania.