La empresa estatal rusa Gazprom comenzó este miércoles a reducir el volumen de gas suministrado a Alemania a través del gasoducto Nord Stream, según datos publicados por el operador de la red, en una decisión que la firma atribuye a "motivos técnicos" pero que las potencias occidentales ven motivado por la guerra en Ucrania.
"Desde las 8, Nord Stream transporta (…) 1,28 millones de metros cúbicos por hora, lo que representa cerca del 20% de la capacidad máxima del gasoducto", señaló el operador alemán Gascade, que gestiona la red en Alemania, citado por la agencia de noticias AFP.
El grupo italiano Eni también anunció haber sido informado por Gazprom de que las entregas de gas se limitarían a 27 millones de metros cúbicos el miércoles, frente a los 34 millones "de los últimos días".
El suministro se redujo al 40% de lo normal a mediados de junio, antes de una parada completa de 10 días para trabajos de mantenimiento en julio
Antes de la invasión rusa de Ucrania, Nord Stream transportaba unos 73 GWh por hora, abasteciendo a Alemania, especialmente dependiente del gas ruso, pero también a otros países europeos a través del mar Báltico. Pero el suministro se redujo al 40% de lo normal a mediados de junio, antes de una parada completa de 10 días para trabajos de mantenimiento en julio. Desde entonces, los flujos se han reanudado.
El lunes, el gigante ruso Gazprom anunció finalmente que reduciría a la mitad sus entregas diarias a través de Nord Stream a partir de este miércoles, alegando una operación de mantenimiento en una turbina.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo este miércoles que "hay menos posibilidades técnicas de bombear" debido a que las sanciones occidentales no permiten "realizar los mantenimientos técnicos, cambiar piezas, hacer reparaciones generales y otros trabajos reglamentarios a los equipos".
"Gazprom, que es el proveedor, suministra cuanto es necesario y cuanto es posible (…) a medida que se lleven a cabo estos trabajos, Gazprom tendrá la posibilidad de aumentar el bombeo", aseguró Peskov, en su conferencia de prensa diaria.
Sin embargo, los países occidentales rechazan este argumento y acusan a Moscú de usar el gas como arma económico y política.
Hungría votó en contra de la propuesta que calificó de "inaplicable, injustificable, inútil, inaplicable y perjudicial", según informó a la prensa el canciller húngaro, Peter Szijjarto
El conflicto está haciendo subir los precios del gas en Europa, que el martes alcanzaron su mayor récord desde marzo.
Ante la amenaza de no contar con el suministro de cara al próximo invierno, los 27 Estados miembro de la UE acordaron reducir en al menos un 15% el consumo de gas entre agosto de 2022 y marzo de 2023, respecto a la media de los últimos cinco años del mismo periodo.
Hungría votó en contra de la propuesta que calificó de "inaplicable, injustificable, inútil, inaplicable y perjudicial", según informó a la prensa el canciller húngaro, Peter Szijjarto.
El Gobierno húngaro fue el único Estado miembro de los Veintisiete que se opuso a la iniciativa, que terminó por adoptarse por mayoría relativa. Previamente, el ministro de Energía luxemburgués, Claude Turmes, calificó el acuerdo alcanzado como "la mejor medida para reaccionar al chantaje del gas de (el presidente ruso, Vladimir) Putin".
El mes pasado, Gazprom ya había reducido el volumen diario de gas por el Nord Stream, también bajo el argumento de tener que reparar un turbina, y hace unas semanas atrás directamente suspendió el suministro por unos diez días para "labores rutinarias de mantenimiento".