Rusia firmó ayer un acuerdo aduanero con Georgia, mediado por Suiza, que abre la puerta a la adhesión de Moscú a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Georgia, que en su calidad de Estado miembro de la OMC vetaba el ingreso de Rusia, aceptó la semana pasada ‘una proposición final‘ de Suiza. Uno de los principales obstáculos a la entrada de Rusia era el litigio entre Moscú y Tiflis desde la guerra relámpago de agosto de 2008 por el control de la región separatista georgiana de Osetia del Sur. Después de este conflicto, Moscú ha reconocido la independencia de ese territorio y de Abjasia, otra provincia separatista georgiana.
Tiflis sigue reivindicando su soberanía sobre esos territorios y por consiguiente su derecho a vigilar las fronteras, lo que constituye un punto de fricción en las negociaciones entre ambas partes.
Pero la semana pasada, esta república ex soviética del Cáucaso consideró “aceptable” una propuesta. El acuerdo, que ayer fue firmado en la sede de la OMC en Ginebra, prevé que una empresa privada independiente controle la entrada y salida de bienes comerciales en la región y servirá de mediador entre los aduaneros georgianos y rusos.
