Buenos Aires, 20 de febrero.- Más de 200 personas murieron hoy en las protestas contra el régimen de Muammar al Gaddafi en Libia, que se encuentra en el poder desde hace 42 años, en el más letal de los numerosos levantamientos que sacuden al mundo árabe.
Fuerzas de seguridad en la ciudad de Bengasi causaron la muerte de decenas de personas mientras intentaban aplastar una revuelta contra el líder libio, en la segunda ciudad más grande del país que se encuentra en un estado de caos, con edificios del Gobierno saqueados.
La web de noticias opositora libia Al Youm informó que los enfrentamientos entre los detractores del líder libio y las fuerzas de seguridad producidos en la víspera en la ciudad de Bengasi, segunda en importancia del país africano, causaron 208 muertos.
Por su parte, la entidad defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, sostuvo hoy que la represión causó desde el martes 173 muertes en todo Libia.
En tanto, los hospitales de Bengasi afirmaron que ya no pueden asistir a los heridos que siguen llegando, y pidieron médicos, sangre, equipamiento y de ser posible la apertura de hospitales de campo, informó Al Youm.
Un activista libio de derechos humanos, de nombre Sami Mahmud, dijo coincidentemente a la cadena Al Jazeera que hay 200 muertos y 800 heridos en Bengasi, a causa de los choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Las protestas continuaban hoy en Libia por sexta jornada consecutiva en varias ciudades del país, con especial intensidad en la ciudad de Bengazi, donde se produjo la mayor parte de las más recientes muertes, aunque también en las de Misurata y Al Bayda, en la costa norte.
A las manifestaciones se unieron también abogados y jueces para expresar su rechazo al uso de la violencia contra los manifestantes.
La información que llega de Libia sufre los inconvenientes derivados del bloqueo a Internet dictado por el régimen.
Según Al Youm, un grupo de soldados se habría unido además a los manifestantes de Bengazi, la segunda ciudad libia, informó la agencia de noticias DPA.
La oposición habló de varias ciudades "liberadas" total o parcialmente del poder del Estado. Sin embargo, las informaciones no han podido ser confirmadas oficialmente hasta ahora.
Mientras, Al Jazeera informó que en Bengazi la situación está cobrando dimensiones de guerra civil. También testigos relataron que la ciudad se ha convertido en una "zona de guerra".
La agencia estatal libia Jana, por su parte, acusó a supuestos "conspiradores extranjeros" de las protestas contra Gaddafi y habló de detenciones de palestinos, tunecinos y sudaneses entre los presuntos conspiradores, además de la posible implicación de la inteligencia israelí.
El canal estatal Al Jamahiriya informó al mismo tiempo de que continuaban las marchas de elementos progubernamentales en defensa de Gaddafi en el país y mostró imágenes de cientos de personas aclamando a su líder y portando fotografías de Gaddafi.
Por otro lado, la edición de hoy del diario "Asharq al Awsat" citó a fuentes cercanas al clan de Gaddafi, según las cuales ni él ni su familia abandonarán Libia.
"Insiste en morir en tierra libia", aseguró la fuente, agregando que todos los miembros de la familia de Gaddafi que viven en el exterior regresaron al país el pasado jueves.
En tanto, Amnistía Internacional (AI) denunció el uso de ametralladoras y otras armas contra los manifestantes.
"Parece que el líder libio ha ordenado a sus fuerzas que aplasten las protestas casi a cualquier precio, y ese precio se está pagando en vidas de libios", dijo Malcolm Smart, director de AI para Cercano Oriente y el Africa del norte.
En Londres, cientos de libios se congregaron hoy ante la embajada para protestar contra la "masacre" cometida contra sus compatriotas, en referencia a la dispersión violenta de las manifestaciones y exigieron la implicación de los países occidentales para evitar la violencia y protestaron contra el régimen de Gaddafi.
El ministro del Exterior británico, William Hague, hablará del tema con sus pares de la Unión Europea el lunes en un encuentro, en tanto se espera que llame a los países árabes a condenar los sucesos en Libia.