Los productores franceses realizaron ayer el denominado "viernes blanco" al arrojar a la tierra 3,5 millones de litros de leche, profundizando la crisis que atraviesa el sector lácteo en Europa. El 40% de los 90.000 productores lácteos se mantiene en huelga desde hace una semana y amenaza con repetir este tipo de acciones -como se vio en argentino durante el pico de la crisis del campo- para obtener fuertes medidas de regulación, especialmente en la fijación de un precio mínimo a nivel europeo. Los productores tiraron desde sus tractores 3,5 millones de litros (equivalente a una jornada de producción en la región) ante el monte Saint-Michel. "En un continente de 500 millones de habitantes y donde 33 millones de ellos están mal alimentados, ver la leche tirada en los campos es una imagen muy fuerte", dijo el ministro de Agricultura, Bruno Le Maire.
Regadío de leche

