Un nuevo foco de emisión de lava se abrió hoy en el volcán Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, en medio del recrudecimiento de las explosiones, mientras la cantidad de viviendas dañadas se elevó a 1.005, de las cuales 885 fueron destruídas en forma total, informó el Instituto Volcanológico de Canarias y medios españoles

Además, 28 kilómetros de carretera han quedado inutilizadas y 201 personas fueron evacuadas hoy, lo que totaliza más de 6.000 desde el inicio de la erupción hace dos semanas.

En tanto, la prensa española indicó que el presidente Pedro Sánchez viajará mañana a la isla para conocer los daños causados por el volcán.

Las autoridades detallaron que la calidad del aire en La Palma "está mejorando" aunque se mantiene el alerta por gases nocivos en la zona de la erupción volcánica, mientras pueden desplazarse las 3.500 personas a las que se les ordenó permanecer en el interior de sus viviendas.

Y con ellos también los otros 300 isleños que en los últimos días habían estado confinados en sus hogares pero las autoridades pidieron a la población que permanezcan en alerta, según la agencia de noticias Ansa.

Indicaron además que no descartan nuevos episodios como el que ayer disparó la alarma en tres municipios por la posible presencia de sustancias tóxicas.

El problema, explicó el director técnico del plan anti-erupción Miguel Ángel Morcuende, se produjo cuando la lava del volcán Cumbre Vieja invadió varios cultivos de banano, quemando invernaderos y fertilizantes y provocando humos contaminantes que no se disiparon adecuadamente en la atmósfera debido a las condiciones térmicas y eólicas actuales en la isla.

"El fenómeno puede repetirse", dijo Morcuende, "no haremos nuevos confinamientos, pero por si acaso avisaríamos a la población con megáfonos para que se quede en casa".

El aviso por la posible caída, en algunas zonas, de ceniza volcánica también permanece activo.

Precisamente la furia de la lava en los bananeros -recurso que da trabajo a miles de personas en La Palma- es una de las mayores preocupaciones para muchos de los habitantes afectados por la erupción.

En las últimas horas el magma también destruyó el último de los conductos que quedaban activos para el riego de 600 hectáreas de tierra cultivada, lo que fue calificado como "una auténtica catástrofe", por la alcaldesa de Los Llanos, Noelia García.

La desesperación entre los isleños, de los cuales 5.700 siguen evacuados, debido al impacto de un fenómeno natural impredecible y aterrador, aumentaba.

Más allá de la línea de costa, alcanzada el martes por la noche, la lava ya sacó 27,7 hectáreas de superficie del mar.

El geólogo Juan Carlos Carracedo dijo al diario El País que la actividad volcánica en las Islas Canarias podría continuar durante millones de años: algunas islas del archipiélago pueden incluso desaparecer, mientras que surgirán otras nuevas.