Estados Unidos.- El caso de Jeff Kepner fue retomado esta semana por la revista norteamericana Time. El hombre se sometió a una intervención quirúrgica nunca antes realizada: le trasplantaron las dos manos, pero con el paso del tiempo no se siente cómodo y quiere que se las quiten.

En 1999, Kepner perdió sus manos debido a una sepsis que se inició a partir de una infección por estreptococos. A partir de eso, usó prótesis que dificultaban su vida pero que le hacían posible manejar y mantener un trabajo, algo que hoy le resulta imposible.

En 2009, el hombre de Augusta, Georgia, entró al quirófano del centro médico de la Universidad de Pittsburgh (UPMC). En una complicada y riesgosa operación, Kepner por fin volvería a tener manos gracias a un donante, pero ese no fue el caso.

Según el informe que retoma La Nación, el cuerpo de Kepner rechazó aquellas manos y, si bien él conocía que esto sería una posibilidad, creyó que en el peor de los casos podrían quitárselas y así volver a sus prótesis. Desde ese entonces descubrió que nada resultaría así de simple.

‘Desde el día uno nunca pude usar mis manos’, dice el hombre.

Otros procedimientos fueron realizados a fin de intentar que esas manos respondan a su cuerpo. Kepner asegura que después de siete años está cansado de cirugías y que lo más probable es que siga con las manos no funcionales antes de someterse una vez más a un quirófano.