El papa Francisco propuso ayer una reforma de la Iglesia católica, en su primera exhortación apostólica, ’La alegría del Evangelio’, en la que anuncia que está dispuesto a cambiar el rol del papado, a fomentar la toma de decisiones colegiales y dar prioridad a los pobres.
En el primer documento de su pontificado enteramente escrito por él, el Papa advirtió que la ’conversión del papado’ va de la mano de ‘una saludable descentralización‘ de la Iglesia y de una mayor responsabilidad de los laicos. El Papa defiende ‘la colegialidad‘ e invita a religiosos y sacerdotes a no temer ‘romper los esquemas‘, a ‘ser audaces y creativos‘ y a evitar transmitir ‘una multitud de doctrinas que se intentan imponer a fuerza de insistencia‘. El sumo pontífice propone en sustancia pasar de un modelo de iglesia burocrática y doctrinaria a una iglesia ‘misionera‘, alegre, abierta a los laicos y a los jóvenes.
El documento, en el que el Francisco traza la hoja de ruta del pontificado, fue difundido ayer por el Vaticano.
Sobre el aborto, reconoce que ‘no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura‘ sobre ese tema pues ‘no es progresista‘ resolver los problemas ‘eliminando una vida humana‘. Reconoció, sin embargo, que “hemos hecho poco para acompañar a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras’. Tras reclamar una “reforma financiera que no ignore la ética”, reiteró que “el dinero debe servir y no gobernar”.
Fuentes: Agencias
