La oposición, desde la izquierda hasta la derecha, movimientos sociales, sindicatos y entidades profesionales presentaron ayer un "superpedido" de juicio político contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en un expediente por 23 delitos contra la Constitución y en medio de un escándalo de corrupción y coimas en la compra de vacunas contra el coronavirus.
La presentación fue realizada en un acto en el Congreso y pide abrir un juicio político contra Bolsonaro al jefe de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, cercano al presidente. Exaliados del mandatario como la nueva derecha liberal paulista de los legisladores Kim Kataguiri y Joyce Hasselman se sumaron a la solicitud.
"Queremos un país con decencia y que enfrente la pandemia", dijo Hasselman, del Partido Social Liberal, el mismo por el cual Bolsonaro llegó al poder en 2018. El "superpedido" resume los 123 reclamos de impeachment desde que asumió el presidente e incluye delitos como genocidio sanitario, homofobia, racismo y los dos últimos escándalos de corrupción.
Los partidos que firmaron fueron el Partido de los Trabajadores del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y todos los del arco de izquierda, centroizquierda y algunos dirigentes de derecha, como el Alexandre Frota, del Partido de la Social Democracia Brasileña.
Lira había dicho que no existe "clima" para recibir un pedido de juicio político. El reclamo tendrá como apoyo una movilización de la oposición, la tercera en poco más de 35 días, convocada para el próximo sábado.
En caso de que se acepte el pedido de impeachment, el Congreso necesita dos tercios de los votos para sacar del poder a un presidente.
Brasil vivió dos juicios políticos de destitución desde el regreso de la democracia: la renuncia de Fernando Collor de Mello en 1991 y la condena contra Dilma Rousseff en 2016.
El último de los casos de corrupción que golpea a Bolsonaro llevó ayer al despido de un director del Ministerio de Salud, acusado por un intermediario de vacunas Astrazeneca de pedir un soborno de un dólar por cada dosis adquirida.
Se trata del director de Logística del Ministerio de Salud, Roberto Dias, quien fue acusado de pedir la coima por parte del representante de la empresa estadounidense Davati Medical Supply en Brasil, Luiz Dominguetti.
La denuncia, que fue consignada por Dominguetti al diario Folha de Sao Paulo y publicada en la tapa de ese medio, se suma así a otra por sobrefacturación de un contrato para comprar vacunas indias Covaxin.
Son "delincuentes"
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó ayer que tiene el apoyo de las Fuerzas Armadas y que no dejará el cargo por acusaciones de "delincuentes", como llamó a los senadores que investigan el rol del Gobierno en la pandemia.