Estados Unidos, 27 de septiembre.- Esta noche, la Luna quedará completamente en sombras debido a que la Tierra se interpondrá entre ella y el Sol. Mientras los amantes de la astronomía de este espectáculo -en el que la Luna se torna de un color rojizo- disfrutarán el fenómeno, para los expertos de la NASA es un pequeño dolor de cabeza.

¿Por qué? Porque temen que la falta luz solar pueda dejar sin energía a una de sus naves espaciales más importantes: el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO, por sus siglas en inglés), cuya misión consiste en explorar el satélite natural de la Tierra.

"Hay dos cosas que ocurren durante un eclipse: comienza a hacer frío y no hay Sol para cargar las baterías", explicó Noah Petro, científica de la agencia espacial estadounidense.

Y agregó: “El eclipse total durará más de una hora y la nave se quedará sin luz directa del Sol por cerca de tres horas".

Como la sonda recarga sus baterías con energía solar, durante el eclipse la NASA deberá tomar una serie de precauciones. "Precalentamos la nave y luego apagamos los instrumentos para mantenerla segura", comentó la especialista.

"Es como con un teléfono, cuando me llega una alerta que me indica que me queda un 20 por ciento de batería puedo apagar el WiFi o ciertas aplicaciones que siguen abiertas en el fondo", señaló.

A la vez, detalló que "anticipamos que todo ocurrirá sin problemas durante el eclipse y nos recuperaremos sin inconvenientes. Estaremos preparados para ello y listos para resolver lo que suceda. Vamos a estar pendientes de los niveles de las baterías y preparados para reaccionar si algo no sale de acuerdo a lo planificado”.

Fuente: La Nación