Envuelto en la peor caída de popularidad de un líder chileno en la historia reciente del país, el presidente de chile, Sebastián Piñera ha firmado un proyecto de ley para instaurar en Chile elecciones primarias simultáneas para la selección de los candidatos, un método que ya se aplica en Argentina. La diferencia es que aquí, las primarias son obligatorias para partidos y votantes y en Chile voluntaria. El objetivo, que a priori, implica hacer más participativa y perfeccionar la democracia conlleva la necesidad de frenar el descontento social ya que los chilenos están reclamando un cambio a la clase política.
Si la reforma que incluye el proyecto de elecciones primarias recibe el aval del Congreso, los chilenos podrán elegir con su voto a los candidatos en las categorías de alcaldes (gobernadores en Argentina), diputados, senadores y presidente.
“Nuestra democracia hace tiempo está dando síntomas de fatiga”, afirmó el presidente conservador, que con el cambio legislativo espera incrementar la participación ciudadana en la toma de decisiones.
La celebración será voluntaria para los partidos, pero los resultados serán vinculantes, por lo que deberán acatar la voluntad de los votantes.
Los candidatos que resulten perdedores en las primarias quedarán imposibilitados de postular como independientes en la misma zona y los partidos deberán presentar al menos a dos candidatos para presidente.
Según el texto del Ejecutivo, las primarias para escoger al abanderado presidencial se llevarán a cabo el primer domingo del mes de julio, en el año en que se celebran los comicios presidenciales, fecha en que también será el proceso para las parlamentarias.
Si el proyecto se convierte en ley como está redactado, la elección primaria para las presidenciales se llevará a cabo el 7 de julio de 2013, dado que el 17 de noviembre de ese año se elegirá al sucesor de Sebastián Piñera.
“Un país en que se ha ido produciendo un distanciamiento entre los ciudadanos y los políticos ha producido una caída significativa en la participación ciudadana sobre todo con los jóvenes”, dijo Piñera al firmar el proyecto.
Miembros destacados de la oposición se han congratulado por el proyecto. “Vamos a definir nuestros candidatos con participación de la gente, no entre cuatro paredes, no en un consejo nacional, sino abierta a la ciudadanía”, señaló Walker, de la DC.
Las últimas encuestas revelan una desafección de los chilenos creciente hacia su clase política. Un proceso en el que el Gobierno de Piñera se ha llevado la peor parte, ya que el rechazo al presidente ha alcanzado el 68% y su popularidad ha tocado mínimos históricos al situarse en un 26%. Con este proyecto, el mandatario busca lanzar un guiño a la población para intentar reintegrarla en el juego democrático, después de varios meses de conflictividad social.
