El presidente Sebastián Piñera estuvo tentado de subirse a la cápsula de rescate "Fénix 2" y descender a los 700 metros de profundidad donde se encontraban atrapados los 33 de Atacama, informó ayer el diario El Mercurio.
En la tarde del pasado martes, horas antes de que comenzara el rescate, el mandatario chileno consultaba insistentemente si el traslado de la cabina metálica era seguro y aunque las preguntas de Piñera no causaron extrañeza en los expertos en rescate, sí lo hicieron en Cecilia Morel, su esposa.
"Me imagino que no estarás pensando en bajar en la cápsula", le espetó su señora.
"¿Por qué no? ¿Cuál es el problema?", le contestó Piñera, que permaneció en el lugar durante todo el rescate de los 33 mineros en el desierto de Atacama.
Según el diario, quienes estaban presentes afirman que el presidente explicó que hacerlo era mostrar simbólicamente que era todo el país, a través de su presidente, que iba a buscar a los trabajadores atrapados.
También el diario informa que el Piñera evitó que la señal oficial de televisión se emitiera en diferido, que se colocara una aparatosa caja metálica (container) para ocultar la operación a los medios de comunicación, que la comunicación desde el interior de la mina no se hiciera pública y que los familiares esperaran alejados de la zona del rescate.
Al saber de esas cuatro medidas, el presidente preguntó qué probabilidades había de que el rescate fracasara.
"Prácticamente nulas", le respondieron los expertos. Entonces vino el reto presidencial: "¡Ustedes no han comprendido la magnitud de esto! Es un momento de gloria para Chile, no hay nada que ocultar. Esto hay que mostrarlo al mundo", enfatizó y revirtió las medidas.
Aunque no bajó el martes, ayer el mandatario chileno sí lo hizo, pero por las calles de Londres para visitar el búnker desde el cual Winston Churchill condujo la lucha contra los nazis.
Fue otro de los momentos de alto vuelo político de su gira por Europa.

